Alberto Rodríguez acusa a «estructuras» de Unidas Podemos «atacarle» y «presionar» para ocupar pronto el escaño vacío
El exdiputado en el Congreso Alberto Rodríguez ha acusado este viernes a estructuras de Unidas Podemos de «atacarle» y «culparle» de que su escaño vacante en el Congreso siga vacío después de tres meses sin relevo, algo que ha calificado de «gravísimo».
Además, ha atribuido al espacio confederal «presiones» a él y a su entorno para que su plaza en la Cámara Baja tenga un sustituto pronto, en vez de enfrentarse a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y al PSOE ante la decisión de retirarle el escaño tras la sentencia «injusta» del Tribunal Supremo, que le condenó a 45 días de prisión por delito de atentado a autoridad.
Es más, ha enfatizado que se le retiró el escaño por parte Batet sin que a su criterio esa resolución indicara la pérdida de su condición de diputado, y que tras consumarse su marcha del Congreso decidió dejar la formación, algo de lo que se alegra «cada vez por más razones».
«FALTA DE SOLIDARIDAD» Y «ÉTICA» EN UP
A través de la red social Twich y al hilo de las informaciones sobre los efectos de que el grupo confederal tenga un voto menos tras la ajusta convalidación de la reforma laboral, Rodríguez ha empleado un tono duro contra la formación morada, al deslizar que existe una «estrategia continuada» para «culpabilizarle», «revictimizarle» y «responsabilizarle» de esta situación.
Un actitud, en su opinión, que denota «falta de ética», «solidaridad» y de «poner en valor» la protesta social, pues aprecia que Unidas Podemos opta por «pasar página» y seguir tejiendo «acuerdos con el PSOE».
Especialmente crítico se ha mostrado por una entrevista del secretario de Estado y portavoz adjunto de Unidas Podemos, Enrique Santiago, que afirmaba que su escaño vacío debía de ser ocupado y que no podían arriesgarse a tener solo 34 diputados, pese a la «injusticia» que supuso su caso. Además, apuntaba a que en caso de sentencia a favor, Rodríguez vería repuesto su escaño y su sustituto renunciaría al acta.
Al respecto, el exdiputado ha replicado «no es plato de buen gusto» salir al paso de este clima de opinión pública, pero se ve «obligado» a aclarar que esa opción de devolverle luego su puesto en el Parlamento es «mentira», pues entiende que si la vacante se ocupa «habrán ganado ellos», en referencia a Batet, el PSOE y también los magistrados del Supremo que le condenaron.
APRECIA MOVIMIENTOS «INDIGNOS»
También ha censurado que su antigua formación haya planteado consultas a la Junta Electoral Central con vistas a conocer las opciones para sustituirle y que hay un «trabajo detrás» para ver qué persona de la candidatura llega al Congreso, cuando aún estaban «calientes» mensajes de apoyo a su figura.
De hecho, la lanzado de que, con el paso de los días, se trata de dar la impresión de que él «secuestra el escaño», lo que es una «indignidad», pues se pone el foco «en la víctima» y no «en el verdugo».
A su vez, ha criticado el «silencio más absoluto» desde Unidas Podemos cuando a finales de diciembre del año pasado el portavoz parlamentario del PSOE, Héctor Gómez, pidió recuperar el escaño y respaldó la actuación de Batet.
«SE PUEDE SER BUENO PERO NO BOBO»
Por tanto, se ha preguntado si esa falta de apoyo se debe a que era un «diputado molesto» y que ante esta deriva de «presión» para que se formalice su relevo, ha decidido exponer su postura dado que «uno puede ser bueno, pero no bobo y poner la otra mejilla».
Rodríguez ha recalcado, además, que esa batalla legal para que se anule la sentencia del Supremo y la decisión posterior de quitarle el escaño no lo hace por él mismo, sino para garantizar que su caso no se vuelva a repetir con vistas a que personas que «vengan detrás» y padezcan un «montaje policial y judicial» no vean «vulnerados sus derechos».