Albares niega un acercamiento con Turquía y habla de continuidad con respecto a de gobiernos anteriores
El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, ha negado este miércoles que el Gobierno de coalición esté llevando a cabo un acercamiento con Turquía, asegurando que lo que hay es una «continuidad» respecto a la política que han venido manteniendo sus predecesores.
Albares ha subrayado que «desde mediados de los años 90 hay una relación muy intensa con Turquía de todos los gobiernos que no hace más que incrementarse», englobando así tanto a los encabezados por el PSOE como por el PP, al tiempo que ha incidido en que ambos países son mediterráneos y forman parte, entre otras cosas, de la OTAN.
Este Gobierno, ha defendido el ministro en el Pleno del Congreso de los Diputados, «no se ha acercado más a Turquía», después de que la diputada de ERC Marta Rosique haya afeado el «claro respaldo» que se dio al Gobierno turco con la cumbre bilateral de mediados de noviembre, en la que se hizo «alarde de acercamiento».
La diputada independentista ha reprochado que «los Derechos Humanos se quedaran fuera» de dicho encuentro y que el Gobierno no pidiera expresamente la vuelta de Turquía al Convenio de Estambul sobre la prevención de la violencia contra las mujeres.
Asimismo, ha lamentado que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el «autoritario» mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, llegaron a «presumir de su amistad». Rosique también ha echado en cara el silencio del Gobierno ante las «violaciones de los Derechos Humanos» en Turquía y la persecución del partido pro-kurdo HDP, así como que no se haya reconocido el genocidio armenio.
Albares ha refutado las afirmaciones de la diputada de ERC, haciendo hincapié en el hecho de que esta era la séptima reunión de alto nivel y que se han celebrado con sucesivos gobiernos y que el interés empresarial por el país no es nuevo tampoco.
Tras recordar que el Gobierno pidió a Ankara que regresara al Convenio de Estambul cuando anunció su salida, el ministro ha sostenido que España puede ser «la voz que atraiga a Turquía a los Derechos Humanos en todo momento». «Somos un puente entre la UE y Turquía» lo cual no quita, ha añadido, para que también se hagan llegar «nuestras discrepancias».
La cumbre con Turquía también generó malestar en los gobiernos de Grecia y Chipre, dada la tensa relación que mantienen con Ankara. Esto obligó al ministro de Exteriores a dar explicaciones a ambos países, que visitó precisamente la semana pasada con el fin de garantizarles el apoyo de España y asegurar que no se había ido más allá en la relación con el país aspirante a entrar en la UE de lo que ha fijado el Consejo Europeo.