Albares insta a los embajadores a combatir la desinformación para proteger la democracia y a trabajar por la paz
Insiste en la promoción de las lenguas cooficiales y anuncia que habrá homenajes a diplomáticos que combatieron la dictadura
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha instado a los embajadores españoles a combatir la desinformación para preservar la democracia, a trabajar por la paz en Oriente Próximo y Ucrania, entre otros, y a seguir promoviendo las lenguas cooficiales y que estas puedan ser oficiales en la UE.
«El incremento de las campañas híbridas, la ciberseguridad y la desinformación contra Europa y nuestras democracias son temas existenciales para una sociedad libre como la española y la europea», ha sostenido Albares durante la inauguración de la IX Conferencia de Embajadores en la sede del Ministerio. «La defensa de nuestra democracia frente a la desinformación y las injerencias externas es una obligación absoluta para todos vosotros en vuestro trabajo», les ha dicho a los 130 embajadores con que España cuenta repartidos en todo el mundo.
Albares ha alertado de que «en un mundo interconectado e interdependiente, las narrativas localistas y mucho más las aislacionistas, el discurso estrechamente ultranacionalista que señala que hay que desentenderse del entorno exterior cuando hay tantos problemas en el interior, es una visión distorsionada que amenaza, si se extiende, la propia capacidad de gobernar y de actuar de nuestros Estados».
En este sentido, ha sostenido que la solución a muchos de los retos nacionales como el cambio climático, la seguridad y la protección de la soberanía ante las injerencias externas, la estabilidad económica, alimentaria o energética, están en el espacio internacional, incidiendo en que «el discurso nativista es falso e ineficaz» y constituye «un peligro para nuestro interés nacional y para la propia soberanía que dice falsamente defender».
Para poder defender a España y Europa hoy, ha sostenido, «no podemos esperar a reaccionar ante los acontecimientos, tenemos que ser capaces de anticiparnos, prevenir y proponer soluciones». «No podemos esperar que lleguen las oportunidades, tenemos que crearlas por nosotros mismos», ha resaltado.
Albares ha apostado por defender los valores que dan sentido a la UE. «Proteger Europa es proteger esos valores frente al auge de la extrema derecha, las injerencias externas y la desinformación», ha argüido, animando a los embajadores, como servidores públicos que son, a «reivindicar y proteger el espacio público y la democracia».
LOS BULOS, AMENAZA A LA DEMOCRACIA
A juicio del ministro de Exteriores, las noticias falsas y los bulos constituyen «una de las mayores amenazas a la democracia», porque «cuando el espacio de la palabra lo ocupa el insulto y el espacio de la razón lo ocupa el bulo, nuestras instituciones se resienten, la política se degrada y la antipolítica se extiende».
«El discurso del odio y la desinformación no son simplemente palabras, son palabras utilizadas como armas para amenazar nuestra cohesión social y alimentar la división y el conflicto» por ello, ha proseguido, «ante los mercaderes del odio, la confrontación y la división, es nuestra obligación favorecer y defender el diálogo y el entendimiento entre países y culturas».
También hay que «favorecer y defender la democracia, este espacio público de encuentro y convivencia que tanto nos constó construir después de décadas de dictadura y no es un destino escrito en piedra», ha añadido, en un momento en que el Gobierno está inmerso en la celebración de los 50 años de libertad tras la muerte de Franco y que también incluirá «homenaje a los diplomáticos y al personal del servicio exterior que enfrentaron a la dictadura y su barbarie en defensa de la libertad de todos los españoles y españolas».
PROMOCIÓN DE LA PAZ
«En 2025 la diplomacia española debe contribuir al fin de los conflictos en Ucrania y Oriente Medio, para que la paz justa sustituya a las armas y a la destrucción», les ha indicado a los presentes, incidiendo en que como representantes de «un país que ama la paz», tienen que trabajar «con ese firme propósito de contribuir al final de la violencia y al establecimiento de un orden internacional justo».
En cuanto a Oriente Próximo, ha defendido que «la guerra tiene que parar ya» puesto que «nada la justifica», ha reclamado un alto el fuego en Gaza y ha apostado por «respetar y hacer definitiva la tregua en Líbano» y por «estabilizar una Siria soberana e inclusiva», insistiendo una vez más en la solución de dos estados como la mejor salida.
Albares también ha dejado claro que para España es prioritario el apoyo a Ucrania, que se mantendrá «hasta que esta guerra injusta deje paso a una paz justa». Al hilo de ello, ha recalcado que «nada sobre Ucrania debe ni puede ser adoptado sin Ucrania y nada sobre la seguridad europea puede decidirse sin Europa», en una aparente alusión a los planes del futuro presidente estadounidense, Donald Trump, de propiciar el fin de este conflicto.
El ministro no se ha referido expresamente al relevo en la Casa Blanca, si bien ha reivindicado que Europa y Estados Unidos deben «trabajar juntos para asegurar la unidad transatlántica frente a los grandes desafíos globales». «Fomentemos unas relaciones económicas y comerciales dinámicas, haciendo valer todo aquello que nos une», ha alentado, esgrimiendo que «Estados Unidos son el aliado natural de Europa porque compartimos los mismos valores a ambos lados del atlántico».
RELACIONES DE VECINDAD
El jefe de la diplomacia también ha dejado claro que la política exterior española «debe centrarse en mantener las mejores relaciones con nuestros vecinos, especialmente con aquellos con los que compartimos frontera terrestre», como Francia y Portugal, pero también Marruecos.
Respecto al reino alauí, ha puesto en valor que el Gobierno ha consolidado una «nueva etapa» en la relación y mantiene «una excelente cooperación en materia de seguridad de fronteras, y de comercio». Además, ha considerado que el Mundial 2030 que albergarán España, Portugal y Marruecos «es expresión de esas extraordinarias relaciones de buena vecindad que, con trabajo y voluntad, hemos conseguido levantar en beneficio de todos».
En cuanto a Iberoamérica, ha puesto de relieve que España ha sido elegida para organizar la próxima Cumbre Iberoamericana en 2026 y ha defendido que España «es clave en Europa (…) en el apoyo a la democracia en Venezuela», sin entrar a valorar más ni hablar más sobre la situación en este país. No obstante, ha sostenido que España debe seguir trabajando «con todos y cada uno» de sus socios en la región «para cuidar la democracia, apoyando el fortalecimiento institucional y a la sociedad civil allá donde sea necesario».
DEFENSA DE LAS LENGUAS COOFICIALES
Como ya ocurrió el año pasado, ha reiterado que para el Gobierno es prioritario avanzar en el reconocimiento del catalán, el euskera y el gallego, «parte de nuestra identidad nacional plurilingüe», como lenguas oficiales de la UE. «Ese es un objetivo por el que trabajáis y debéis redoblar esfuerzos hasta conseguirlo», les ha dicho a los embajadores destinados en las capitales de los Veintisiete.
«Veinte millones de ciudadanos españoles residen actualmente en regiones con lenguas cooficiales. Los poderes públicos tenemos la obligación de representar y defender esta diversidad que tanto nos enriquece», les ha recordado a los asistentes.
Por otra parte, ha anunciado que el Gobierno trabaja para la presentación de una nueva Estrategia de Acción Exterior este año, «acompañada de un nuevo diseño y despliegue de nuestra red en el exterior», así como de una nueva Estrategia Asia-Pacífico, y se implementará la nueva Estrategia África con el establecimiento del Consejo Asesor, la creación de una Fundación África, la consolidación de programas de migración circular y el desarrollo de industrias transformadoras en el continente.