Albares apoya a Finlandia en su deseo de entrar en la OTAN y no cree que «nadie pueda sentirse amenazado» por ello
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha trasladado este viernes a su homólogo finlandés, Pekka Haavisto, el apoyo de España a la entrada de Finlandia en la OTAN y ha refutado las amenazas lanzadas por Rusia en este sentido de culminar este paso.
«España apoya el ingreso de Finlandia porque al final la OTAN es una alianza de democracias», ha sostenido Albares en rueda de prensa con su homólogo irlandés, Simon Coveney, donde ha dado cuenta de la llamada telefónica con Haavisto.
Finlandia «es una democracia consolidada» y por ello a España le parece «normal» que quiera entrar en la OTAN que ha recordado que «es una alianza defensiva, no es ofensiva». Así pues, ha subrayado «nadie puede sentirse amenazado porque entre nuevos miembros».
En cuanto al rechazo formulado por el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, a la entrada de Finlandia, a quien se espera que también acompañe Suecia, Albares ha evitado posicionarse. «No voy a dictar a nadie cuál debe ser su posición», se ha limitado a decir.
Por su parte, Coveney ha recordado que dado que Irlanda no es miembro de la OTAN no le corresponde pronunciarse sobre la entrada de otros países, si bien ha considerado que cualquier democracia debería poder «decidir su futuro».
En lo que respecta a Irlanda, ha dicho que por ahora no se plantea entrar en la Alianza Atlántica y lo que va a hacer es aumentar los recursos financieros de las fuerzas de seguridad irlandesas e intensificar su colaboración con otros países de la UE.
«Es muy poco probable que emprendamos el camino de solicitar la entrada pero no lo podemos descartar», ha admitido. «Si estuviéramos donde está Finlandia igual no lo descartaríamos», ha acotado.
Por otra parte, Albares ha calificado de «excelentes» las relaciones entre España e Irlanda, dos países que comparten posturas comunes en cuestiones clave como la «invasión ilegal» lanzada sobre Ucrania por parte de Rusia. Ambos ministros han defendido la necesidad de seguir ayudando a las autoridades ucranianas, también militarmente.