Albares anima a explorar un mayor papel de la UPM en pro de la paz y la estabilidad en el Mediterráneo
Borrell llama a seguir trabajando para reducir la brecha entre las orillas, cada vez mayor, y que el Mediterráneo no sirva de «frontera»
BARCELONA, 29
El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, ha animado a explorar la contribución que a su juicio la Unión por el Mediterráneo (UPM) podría realizar en pro de la paz y la estabilidad de la región dados los varios conflictos que actualmente hay en ella.
Albares ha sido el encargado de abrir el sexto foro ministerial de la UPM en Barcelona al que asisten 20 ministros de los 42 países que integran este organismo creado en 2008. La UPM «puede crear, mediante el diálogo y la cooperación, una atmósfera que facilite la solución, en los foros apropiados y sobre la base de los parámetros acordados, de los conflictos y tensiones políticas que desgraciadamente siguen activos en nuestra región», ha aseverado.
En su opinión, la labor de la UPM «en este ámbito no se ha explorado aún lo suficiente». Puesto que a los «viejos conflictos sin resolver», ha aseverado Albares sin mencionar ninguno en concreto aunque refiriéndose presumiblemente al conflicto palestino-israelí, «se suman otros nuevos», «esta situación nos interpela y no podemos permanecer indiferentes», ha recalcado.
«El Mediterráneo no puede ser una barrera que nos divida, sino un punto de encuentro, un espacio de estabilidad y prosperidad compartida», ha defendido, incidiendo en que en la UPM participan todos sus miembros –los 27 estados miembro de la UE y 15 de la ribera sur– «en pie de igualdad».
En la misma línea se ha pronunciado el Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, quien ha celebrado la «participación récord» en la cita. En el Mediterráneo, ha señalado, «somos vecinos, somos socios» y también «somos una familia».
«Dentro de una familia hay amor pero en ocasiones también hay algunas rencillas y nosotros también las hemos tenido», ha comentado, reconociendo que «la historia nos une pero también nos separa» y genera conflictos.
MEDITERÁNEO, FRONTERA ENTRE DOS MUNDOS
«El Mediterráneo es una frontera que separa dos mundos, con muchas diferencias» pero en el seno de la UPM «nos hemos comprometido a superar lo que nos separa y que el Mediterráneo sea un punto de unión» entre esos dos mundos aunque para ser «honrados», ha reconocido, «no hemos tenido mucho éxito».
Así Borrell, ha lamentado que la brecha tanto económica como demográfica entre ambas orillas del Mediterráneo no hace sino aumentar. Aunque desde 1990 el PIB del Magreb se ha duplicado, pasando de 5.000 a 10.000 dólares, el de la UE se ha triplicado desde los 15.000 a los 40.000 mientras que la población ha aumentado más en el sur que en norte –un 45 por ciento frente al 12 por ciento–, ha ilustrado.
«A pesar de nuestros esfuerzos y tantas conferencias y reuniones seguimos teniendo esa brecha que va creciendo cada vez más y esto es insostenible, tenemos que cerrarla», ha sostenido, instando a hacer frente a desafíos como las desigualdades o la falta de oportunidades, especialmente entre los jóvenes, y advirtiendo de que la UE «no puede cerrar sus fronteras a la migración» sino apostar porque esta se realice de forma regulada.
ENCONTRAR SOLUCIONES A LOS CONFLICTOS
Por su parte, el ministro de Exteriores jordano, Ayman Safadi, cuyo país copreside la UPM junto con la UE, ha incidido también en la importancia de llevar la paz, la estabilidad y la prosperidad a la región y de «aunar esfuerzos para encontrar alivios en aras a encontrar soluciones para lo conflictos regionales».
En este sentido, respecto al conflicto palestino-israelí ha reivindicado que la solución de dos estados «es la senda para lograr la paz», defendiendo que los niños palestinos quieren «una casa, una escuela, un campo donde jugar y una oportunidad de trabajar» igual que los demás niños.
Respecto a Siria, en línea con el reciente acercamiento iniciado por Jordania con el presidente Bashar al Assad, Safadi ha defendido que actualmente «nos vemos interpelados a integrar a Siria y devolverle su papel». Damasco, aunque es miembro de la UPM, no participa en la misma por decisión propia.
Safadi también se ha referido a Libia, apoyando las elecciones previstas para diciembre y reclamando la salida tanto de fuerzas extranjeras como de mercenarios de este país, al igual que de Siria e Irak. Asimismo, respecto a Líbano, ha instado a trabajar «para proteger tanto al pueblo como al Estado» y evitar que la situación se deteriore aún más.
Por último, ha dejado claro que también es importante combatir el terrorismo en la región y «acabar con los caldos de cultivo» que facilitan que crezcan «estos movimientos extremo». «Es muy importante que trabajemos para que no se agraven las crisis y que no llegUen aun punto de no retorno», ha remachado.