Al Qaeda dice haber atacado a las fuerzas de Francia y la ONU tras un supuesto bombardeo contra una boda en Malí
El Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), la rama de la organización terrorista Al Qaeda en Malí, ha asegurado haber llevado a cabo varios ataques contra las fuerzas de Francia y la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de Naciones Unidas en Malí (MINUSMA) en respuesta a un bombardeo en el norte del país que se habría saldado con la muerte de 20 civiles, según denuncia la población local.
Tanto Francia como Malí han rechazado las acusaciones y París ha sostenido en todo momento que el ataque aéreo fue llevado a cabo contra objetivos terroristas cerca de la ciudad de Douentza y que se saldó con la muerte de cerca de 30 yihadistas.
Sin embargo, residentes de la aldea de Bounti han denunciado que los ataques aéreos alcanzaron una ceremonia de boda en la zona y han señalado que todas las víctimas eran civiles. El Ejército de Malí ha hablado de «propaganda», mientras que Naciones Unidas ha reclamado una investigación sobre el suceso.
En este contexto, el JNIM ha publicado un largo comunicado en el que ha subrayado que ha llevado a cabo varios ataques en respuesta al «brutal» bombardeo en Bounti, que ha achacado a «drones franceses».
«Los que los controlaban sabían con certeza que aquellos a quienes atacaban eran un grupo de personas inocentes e indefensas», ha manifestado, antes de indicar que el bombardeo fue llevado a cabo «ante su incapacidad para alcanzar a los muyahidín» tras la muerte de cinco militares franceses en dos atentados del JNIM.
Así, ha acusado a Francia de «dirigir su odio y venganza contra personas inocentes» y ha reclamado a las autoridades malienses que se alejen de París y que «se pongan del lado del pueblo y la umma (la comunidad musulmana)».
Por todo ello, ha recalcado que el JNIM perpetró varios ataques contra las fuerzas de la operación Barkhane y la MINUSMA «para vengar a los inocentes asesinados por la máquina de matar francesa» y «para poner fin a la ocupación de Malí por parte de los invasores».
El JNIM ha detallado que uno de los ataques fue perpetrado contra una base de las fuerzas de Barkhane y la MINUSMA en Amachach, al norte de Kidal, y ha agregado que se saldó con «fuertes pérdidas en vidas y equipamiento», con alrededor de «20 muertos entre las filas del enemigo».
La rama de Al Qaeda ha indicado además que un terrorista suicida identificado como Abdulaziz al Anasri se inmoló con un coche bomba contra un convoy de las «trfuerzas de ocupación francesas y las fuerzas militares apóstatas malienses» en los alrededores de Arbinda, cerca de la frontera con Burkina Faso.
«Decimos a Francia, tanto a su Gobierno como a su pueblo, que la supervivencia de las fuerzas del país en la tierra de Malí es imposible en términos de razón y realidad. Independientemente de la fuerza brutal del ocupante y su maquinaria militar, no puede derrotar la voluntad del pueblo libre para deshacerse del yugo de la ocupación», ha argüido.
«El proceso de ganar la libertad ante su dominio ha empezado y se verá la total liberación con la salida del último soldado de ocupación de nuestras casas. Si no se retiran de las tierras de los musulmanes, verán ataques más graves y violentos y más operaciones cualitativas», ha remachado.
Esta coalición yihadista surgió en marzo de 2017 a raíz de la unión bajo la égida de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) de los grupos Ansar Dine, el Frente de Macina y Al Murabitún, este último encabezado por el destacado yihadista argelino Mojtar Belmojtar.
Malí, al igual que otros países del Sahel, ha venido registrando en los últimos meses un número creciente de ataques yihadistas obra tanto de la filial de Al Qaeda en la región como de la de Estado Islámico, lo cual ha hecho además aumentar la violencia intercomunitaria y provocado el desplazamiento de decenas de miles de personas.