Cargos de Ciudadanos expresan su indignación ante quienes dejan el partido pero se quedan el escaño

Rechazan los argumentos de Argüeso, Goñi y Cambronero, que se justifican diciendo que Cs no debería apoyar al «sanchismo»

Distintos cargos de Ciudadanos han expresado su indignación ante el comportamiento de sus excompañeros de partido que, tras darse de baja como afiliados por discrepancias con la dirección de Inés Arrimadas, siguen ocupando su escaño de diputados o senadores en vez de renunciar a él.

Así se han referido, aunque sin nombrarlos, a los senadores Emilio Argüeso y Ruth Goñi y al diputado del Congreso Pablo Cambronero, aparte de los tres diputados tránsfugas de la Asamblea de Murcia –Isabel Franco, Valle Miguélez y Francisco Álvarez– que han votado en contra de la moción de censura impulsada por Cs y el PSOE contra el presidente de la Región, Fernando López-Miras (PP), y que han sido expulsados del partido.

En el caso de Argüeso, Goñi –elegida dentro de la coalición Navarra Suma (UPN, PP y Cs)– y Cambronero, se han marchado de Ciudadanos acusando a Arrimadas de haber efectuado un giro ideológico a la izquierda y de haber «abrazado el sanchismo», por los acuerdos que ha alcanzado con el Gobierno de Pedro Sánchez durante el último año, pese a que el anterior presidente de Cs, Albert Rivera, se negaba a pactar con el PSOE.

María Muñoz, diputada en la Cámara Baja por Alicante, ha rebatido ese argumento señalando que el partido concurrió a las elecciones generales del 10 de noviembre de 2019, con Rivera como candidato a la Moncloa, «con el veto a Sánchez ya levantado», pero «fue tarde».

Tras lograr 57 escaños en los comicios de abril, el entonces líder de Ciudadanos se negó durante meses a pactar con Sánchez y éste tampoco intentó obtener su apoyo para ser investido presidente del Gobierno.

Pero en septiembre de ese año, con las encuestas augurando una fuerte caída para la formación naranja si había que ir de nuevo a las urnas, Rivera propuso que el PP y Cs facilitaran la investidura del candidato socialista con una serie de condiciones. Sánchez no las aceptó y los populares –cuyos votos eran necesarios– no se pronunciaron, así que en noviembre hubo unas nuevas elecciones y Cs se quedó con diez diputados.

LA «EXCUSA BARATA» DEL CAMBIO DE RUMBO

Muñoz ha recordado que después de eso, en marzo de 2020, los afiliados del partido eligieron a Arrimadas como nueva presidenta y se aprobaron unos nuevos Estatutos y una «Estrategia de centro». Por tanto, considera que «el cambio de rumbo del que algunos hablan es una excusa barata».

«Los exsenadores, exdiputados y demás tránsfugas de Cs que se van con la excusa de que ahora se defiende un programa y unos valores distintos, simplemente no os dicen la verdad», ha escrito en un mensaje en Twitter, acompañándolo de un enlace al documento del programa electoral.

En el mismo sentido, otro diputado del Congreso, Guillermo Díaz, cree que sus excompañeros «se van dando cuenta por goteo de que no leyeron el documento de estrategia» que la V Asamblea General de Ciudadanos aprobó el pasado mayo, y «entonces van transfugando al dictado de repentinas revelaciones aleatorias». «Ah, todo pagado con pólvora del rey», ha añadido.

La Estrategia aprobada por la Asamblea General dice que Cs «no dejará de tender puentes y apelar a los grandes acuerdos entre constitucionalistas» –un adjetivo que suelen atribuir al PP y al PSOE– «para no tener que depender de populistas ni nacionalistas».

«SI TIENEN UN PRECIO, QUE LO RECONOZCAN»

Díaz también ha recordado un titular de prensa de la campaña electoral de noviembre donde Rivera afirmaba que él, a diferencia del presidente del PP, Pablo Casado, sí estaba «dispuesto al desbloqueo también en la oposición». Y aludiendo a los «tránsfugas» que fueron elegidos en esos comicios, ha dicho: «Si tienen un precio, que lo reconozcan, pero que no mientan».

Tanto Muñoz como Díaz han difundido la fotografía publicada por El Español en la que se ve al exsenador de Cs Fran Hervías, que ha dejado el partido y ahora trabaja para el PP, comiendo en un restaurante este miércoles con Argüeso, Goñi y la ya exdiputada Marta Martín.

En el caso de Martín, este jueves se ha apartado de Ciudadanos pero, al contrario que Argüeso, Goñi y Cambronero, ella sí ha renunciado a su acta en el Congreso. Por ello, numerosos cargos y excargos del partido le han expresado su respeto por la forma en que se ha ido, además de elogiar su labor como portavoz de Educación en el Congreso y su capacidad de trabajo.

Todos los candidatos que se presentan a unas elecciones por Cs firman una carta ética donde se comprometen a abandonar el cargo público si causan baja en el partido, pero algunos luego incumplen esta promesa porque saben que legalmente no están obligados a hacerlo.

LA «TRAMA INDECENTE» DEL PP Y LA «TRAICIÓN» DE HERVÍAS

«Abandonáis el partido pero no soltáis el acta. Seguís cobrando gracias al partido del que hoy renegáis. Estabais en Ciudadanos pero no erais de Ciudadanos», ha escrito el exvicepresidente de la Comunidad de Madrid y miembro de la dirección de Cs, Ignacio Aguado.

Para el secretario de Organización de la formación naranja, Borja González, la salida de ciertas personas «nada tiene que ver con principios o ideología», sino «con poder y salario». «Anclarse al escaño hurtando un acta para ponerla al servicio de terceros supone revertir el deseo de los ciudadanos mostrado en las urnas», ha indicado.

Otro miembro de la Ejecutiva, Félix Álvarez, portavoz en el Parlamento de Cantabria, ha denunciado «la traición de Hervías y la complicidad del PP en una trama indecente» en la que «el dinero y las poltronas» se usan «como moneda que compra silencios y voluntades». «Esto es corrupción y de la más detestable», ha concluido.

También el líder del partido en el Parlamento Europeo, Luis Garicano, ha manifestado su indignación hacia el exsecretario de Organización y hacia el PP. «No todo vale para destruir a Ciudadanos. Hemos cometido errores, algunos graves, pero esto es indecente», ha dicho en un tuit.

«POR NECESIDAD ECONÓMICA Y NO POR CONVICCIONES»

Otro dirigente que se ha pronunciado es el eurodiputado José Ramón Bauzá, que fue presidente del Gobierno de Baleares cuando estaba en el PP y que luego se pasó a Cs. En su opinión, cualquiera puede irse de una formación política si cree que ya no le representa, pero «a lo que nadie tiene derecho es a quedarse con el acta que consiguió sólo por ser de su partido».

Tras recordar que él renunció al acta de senador al darse de baja en el PP a principios de 2019, Bauzá ha lamentado que algunas personas que han dejado Ciudadanos pretendan ahora «hurtar recursos humanos y técnicos» al partido que se lo ha «dado todo», y se ha preguntado cuántos de los que se quedan el acta «en realidad lo hacen por necesidad económica y no por convicciones».

Junto a estas quejas, en Twitter también ha habido muchos afiliados y cargos de Ciudadanos que han mostrado su orgullo por pertenecer a este partido y han reafirmado su compromiso con el proyecto utilizando la etiqueta «Yo me quedo en Cs».

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