Afganistán dice que no aceptará «demandas ilegítimas» tras la propuesta de EEUU sobre una conferencia de paz
Blinken plantea un encuentro en Turquía para crear un Gobierno de unidad con los talibán
El vicepresidente primero de Afganistán, Amrulá Salé, ha dicho que Kabul no aceptará «demandas ilegítimas» en torno al proceso de paz, después de que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, enviara una carta a la Presidencia afgana en la que propuso una conferencia de paz en Turquía destinada a crear un Gobierno de unidad con los talibán, entre otras medidas.
La carta de Blinken propone al presidente afgano, Ashraf Ghani, una conferencia encabezada por Naciones Unidas que contemple el inicio de un periodo de tres meses de reducción de la violencia de cara a un alto el fuego, ante la falta de avances en las conversaciones entre el Ejecutivo y los talibán en la capital de Qatar, Doha.
«Nuestras relaciones con Occidente y Estados Unidos son fundamentales, pero cuando nuestros intereses son violados, informamos a nuestra nación», ha dicho Salé, quien ha recalcado que la misiva «no es una preocupación» y que el Gobierno no cambiará su postura en las conversaciones de paz con los insurgentes.
«No ignoraremos nuestra Constitución», ha manifestado el vicepresidente primero, quien ha resaltado que «se pueden discutir las elecciones y la fecha, pero no se permitirá que nadie arrebate a la gente el derecho a votar», según ha recogido la cadena de televisión afgana Tolo TV.
En este sentido, Salé ha hecho hincapié en que Estados Unidos puede celebrar una conferencia para decidir sobre la fecha de retirada de sus tropas, algo previsto para mayo, o negociar una prórroga con los talibán, si bien ha incidido en que el Gobierno no debe verse atado por los compromisos de Washington.
«Necesitamos paz. Entendemos que la paz es una necesidad para nosotros y nadie está en contra de la paz. Lograremos una paz con dignidad», ha argüido, antes de recalcar que «nunca se aceptará una paz impuesta o con coacciones».
De esta forma, se ha mostrado favorable a la línea adoptada por Ghani, quien ha apostado por celebrar elecciones «si hay un acuerdo con los talibán», si bien ha rechazado ceder el poder a un Gobierno de unidad. «Nunca nos inclinaremos ante un acuerdo por parte de algunas personas que pone en peligro el sistema, los avances y el derecho de la población a votar», ha reiterado Salé.
«NADIE PUEDE IMPONER NADA»
Por su parte, el presidente del Alto Consejo para la Reconciliación Nacional de Afganistán, Abdulá Abdulá, ha confirmado que recibió la carta dos días antes de la visita de la semana pasada a Kabul por parte del enviado especial de Washington para Afganistán, Zalmay Khalilzad.
Abdulá ha mostrado apoyo a algunas partes de la misiva y ha argumentado que «si bien no quiere defender la carta, hay asuntos importantes que se abordan en la misma». «Nadie puede imponer nada al pueblo de Afganistán. La división, la discriminación y la desunión permiten que se nos imponga lo que sea», ha añadido.
La carta de Blinken fue enviada ante la falta de avances en los contactos en Doha y el aumento de la violencia en Afganistán. El Ministerio de Defensa afgano ha anunciado este mismo lunes a través de su cuenta en la red social la muerte de más de 60 presuntos talibán en operaciones llevadas a cabo durante las últimas horas.
Por otra parte, los servicios de Inteligencia afganos han anunciado la muerte de un alto cargo del grupo yihadista Estado Islámico en el marco de una operación llevada a cabo durante la noche del domingo en la provincia de Nangarhar (este).
La Dirección de Seguridad Nacional ha indicado que el muerto es el número dos de los servicios de Inteligencia del grupo yihadista y ha detallado que la operación fue lanzada en el distrito de Jogyani, sin que haya trascendido la identidad del fallecido, según ha recogido la agencia afgana de noticias Jaama Press.