Afganistán asegura haber matado a cerca de cien talibán en varias operaciones en el país
Las autoridades de Afganistán han asegurado este jueves haber matado a cerca de cien talibán en una serie de operaciones y bombardeos en varias provincias del país asiático, en medio de un repunte de la violencia a pesar de las conversaciones de paz en marcha entre las partes en la capital de Qatar, Doha.
El Ministerio de Defensa afgano ha señalado que al menos 56 supuestos insurgentes murieron en una serie de bombardeos ejecutados el miércoles contra sus bases en el distrito de Chahar-Bolak, en la provincia de Balj (norte), antes de indicar que los ataques se saldaron con la destrucción de «una gran cantidad de armas y municiones».
Asimismo, ha apuntado a través de su cuenta en la red social Twitter que 27 presuntos talibán, entre ellos dos comandantes, murieron en operaciones en la provincia de Helmand (sur), mientras que otros diez lo hicieron en bombardeos en la provincia de Faryab (norte).
El Ministerio ha agregado que otros ocho sospechosos murieron y once resultaron heridos en otro ataque aéreo en la provincia de Sar-e-Pul (norte), al tiempo que ha manifestado que otros seis supuestos talibán murieron en otra operación en Kandahar (sur) en la que además fueron destruidos dos «bastiones» y «una gran cantidad de armas y municiones».
Por último, ha recalcado que los militares destruyeron un coche bomba en el que iba un terrorista suicida que iba a inmolarse en una base militar en la provincia de Herat (norte). «El coche bomba preparado para atacar una base militar fue alcanzado antes de que llegara a su objetivo», ha remachado.
El presidente del Alto Consejo para la Reconciliación Nacional de Afganistán, Abdulá Abdulá, achacó el martes a los talibán la falta de avances en las conversaciones y dijo que los contactos llevan estancados desde hace tres semanas.
Los talibán afirmaron a finales de enero que el Gobierno de Afganistán «es el único obstáculo» en las conversaciones de paz que se desarrollan en la capital de Qatar, Doha, y recalcaron su compromiso con el acuerdo de paz firmado en febrero de 2020 con Estados Unidos, tras las dudas expresadas por Washington sobre el cumplimiento del mismo por parte de los insurgentes.