Administrador concursal: «B3 Cable pagó 6,3 millones por servicios inexistentes o por precio desproporcionado»
Cree que el pago «injustificado» de esta factura fue una de las razones que propiciaron el concurso de acreedores de la planta cántabra en 2012
Uno de los administradores concursales de B3 Cable sostiene que en 2008 la compañía pagó a Axis Ventura una factura por 6,3 millones por servicios que eran «inexistentes» o «por un precio desproporcionado».
Además, ha afirmado que dicha factura se sustentaba en una carta de encargo de B3 Cable a Axis a modo de contrato, que era «insustancial», breve y en la que se fijaba «un precio fijo, sin referencias ni parámetros» sobre los servicios que se encargaban, además de otras cuestiones que, a su juicio, «no tienen ningún sentido», como la fecha de contrato o quién lo firmaba.
«Para 6,3 millones, uno espera un contrato de cierta densidad y este se despachaba en tres líneas», ha aseverado durante su declaración, como testigo, en la tercera jornada del juicio que se está celebrando en la Audiencia Provincial contra siete exdirectivos británicos de B3 Cable acusados por esta operación relacionada con la compra de la planta de Maliaño en 2008.
Según la Fiscalía, los acusados se apropiaron indebidamente de esos 6,3 millones al pagárselos a Axis Ventura, empresa en la que tenían participación cinco de los acusados y que –dice– «no prestó ningún servicio ni realizó gestión alguna».
También están acusados de un delito contra la hacienda pública por, supuestamente, defraudar en la liquidación del impuesto de sociedades al deducirse gastos que formaban parte de esa factura cuando, a juicio de la acusación (Fiscalía y Abogacía del Estado), no eran gastos por tratarse de «servicios ficticios». Por estos delitos, se pide a cada acusado entre cinco años y medio y 6 de cárcel, además del pago de multas e indemnizaciones.
El administrador concursal no ha puesto en duda que el proceso de compra de la planta de Maliaño pudiera llevar negociaciones en las que pudo intervenir Axis, pero ha llamado la atención de que dichas gestiones se hicieron «en beneficio de los inversores», mientras que luego la factura se pagó desde la fábrica cántabra.
De hecho, considera que ese pago de 6,3 millones en julio de 2008 a Axis fue una de las razones que llevaron a la planta cántabra a entrar en 2012 en concurso de acreedores y en liquidación.
A su juicio de este administrador concursal, que junto con su compañero en esta tarea fueron quienes presentaron la querella criminal que ha dado lugar a este procedimiento penal que se está enjuiciando, el pago de 6,3 millones desde la planta cántabra era «injustificado» y, según averiguaron, había ido a parar a un grupo de empresas en las que estaban «las mismas personas» británicas que «tomaban las decisiones importantes» en B3 Cable.
Por otra parte, y cuestionado por las partes, la compra que hizo B3 Cable de la planta cántabra fue una operación «muy arriesgada», que suponía comenzar un gran endeudamiento.
Aunque la compra se realizó por 18,8 millones, para el administrador concursal la planta cántabra «valía menos». Y es que, según ha dicho, la fábrica era en esos momentos «un auténtico desastre», tenía pérdidas y necesitaba «una importante reestructuración» que hubiera requerido realizar una relevante provisión de fondos, algo que, a su juicio, no se tuvo en cuenta en la valoración que se hizo, en la que el valor se elevaba a los 45 millones. «Por eso Nexans la vendió», ha añadido.
OTROS TESTIGOS
En la sesión de hoy también ha declarado quien fue director general de la planta de Maliaño, que ha explicado que él llegó a la compañía en octubre de 2008 cuando el proceso de compla ya había concluido y después de que esa factura de 6,3 millones sobre la que gira este juicio ya estuviera emitida y pagada y de la que desconoce qué servicios incluía.
Ha indicado que tuvo conocimiento de ella cuando, durante el proceso de cierre de cuentas del ejercicio 2008, un auditor les preguntó por ella. Como no sabía de qué se trataba, desde la Dirección local se consultó al director financiero del grupo (que es hoy uno de los acusados en este juicio), que dijo que ya «se ocupaba él del tema» y lo trataba con el auditor.
«Nosotros a partir de ahí quedamos fuera de hablar con el auditor sobre esta factura», ha explicado.
Los otros dos testigos que han declarado este jueves en el juicio lo han hecho por videoconferencia y desde el Reino Unido. Uno de ellos era un representante del banco que prestó financiación a B3 Cable para la compra de la planta de Maliaño y que participó en las negociaciones que, para ello, realizaron, en representación de Axis, algunos de los acusados.
Ha corroborado que conocía el pago de la factura de 6,3 millones y ha considerado que le pareció que el precio era «razonable» por los servicios que se prestaron por parte de Axis a B3 Cable en esta compra.
Tampoco le ha extrañado que la factura se pagara de forma inmediata a que se emitiese. «Era una transacción normal y corriente», ha dicho.
El otro testigo que ha declarado por videoconferencia representaba a la sociedad a la que B3 Cable transfirió los 6,3 millones para que se encargara del cambio de divisas de este pago a Axis.
Tras las tres sesiones celebradas esta semana, dos de ellas dedicadas a las declaraciones de los acusados y la de hoy al inicio de las testificales, el juicio proseguirá el próximo martes, 6 de febrero.
Ese día está previsto que se lleven a cabo el resto de testificales y que el miércoles 7 sea el turno de las periciales y el inicio de la fase de informes. Según la planificación existente, el juicio concluirá y quedará visto para sentencia el jueves 8.
SOLO UN ACUSADO PRESENTE HOY
A diferencia de los dos días anteriores, en los que estuvieron presentes todos los acusados, en el día de hoy solo ha estado uno de ellos (el resto pidieron autorización a la Sala para no acudir y conectarse solo, vía online, el último día para el derecho a la última palabra).
El único acusado presente ha estado asistido por un traductor que le ha ido informando del desarrollo de la sesión, traduciéndole lo que decían los testigos que estaban declarando.
De hecho, dos de ellos –el administrador concursal y el director de la planta– han corroborado que este acusado se ocupaba exclusivamente de cuestiones técnicas y operativas, pero no financieras.