ACNUR se muestra «consternada» por la matanza de personas desplazadas en RDC
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) se ha mostrado «consternada» por la matanza de personas desplazadas en República Democrática del Congo a manos de grupos armados en el este del país, que ha dejado en el último incidente 26 personas asesinadas.
El domingo, en el campamento de Ndjala, dentro del área sanitaria de Drodro, en la provincia de Ituri, un ataque se cobró la vida de 26 personas, entre ellas diez mujeres y nueve niños, mientras que otras once personas resultaron heridas. Los atacantes utilizaron armas de fuego, machetes y cuchillos.
El 21 de noviembre, una milicia atacó Drodro y Tché, otro asentamiento para personas desplazadas. Las autoridades comunicaron que 44 personas fueron asesinadas en Drodro y más de 1.200 refugios resultaron destruidos, mientras que en Tché más de 1.000 refugios fueron arrasados.
El pasado 14 de noviembre, un grupo armado atacó un campamento para personas desplazadas en la ciudad de Mikenge, en la provincia de Kivu Sur, asesinando a seis niños y a una mujer embarazada. Otras ocho personas resultaron heridas por disparos o con machetes.
Hasta 20.000 personas se vieron forzadas a huir de Rhoe y buscar refugio en las inmediaciones de la base de la Misión de Estabilización de la ONU en República Democrática del Congo (MONUSCO), que ha pasado de 21.000 a 40.500 personas, lo que ha obligado a las familias recién llegadas a dormir a la intemperie. Las principales necesidades son comida, alojamiento y atención médica, así como asistencia psicológica.
Los ataques han sido achacados a tensiones entre comunidades, que agravan los problemas a los que se enfrentan los desplazados internos. Mientras que el robo de ganado, que a menudo acompaña a los ataques, incrementa la inseguridad económica.
En lo que va de 2021, 5,6 millones de personas se han visto forzadas a huir, lo que supone un incremento de 400.000 personas respecto al año anterior y, aunque la mayoría están siendo acogidas por las comunidades locales, más de 330.000 viven en campamentos para desplazados.
En este contexto, ACNUR ha hecho un llamamiento a todas las partes para que respeten el carácter civil y humanitario de los asentamientos para desplazados, donde tanto las personas desplazadas internas como la población local están siendo atacadas en sus propias casas.
Además, ha recordado que necesita «más apoyo económico para las operaciones que cuentan con una financiación insuficiente». Hasta la fecha, ACNUR solo ha recibido el 52 por ciento de los 204,8 millones de dólares (181 millones de euros) necesarios para proporcionar ayuda vital a personas bajo su mandato en República Democrática del Congo.