Abordar ictus en una sala de angiografía mejora resultados y ahorra costes, según un estudio
La estrategia directo a sala de Philips se basa en tomografía computarizada de haz cónico
BARCELONA, 14
La atención a personas con ictus en una sala de angiografía inmediatamente después de su ingreso reduce el coste de la atención en una media de 2.848 euros por paciente (3.120 dólares) además de mejorar los resultados clínicos, según un estudio publicado en Journal of NeuroInterventional Surgery (JNIS).
La tomografía computarizada de haz cónico (CBCT), como la integrada en el sistema Azurion de terapia guiada por imágenes de Philips, posibilita a los clínicos un diagnóstico e intervenir el ictus en el mismo lugar, ahorrando mucho tiempo, informa este miércoles en un comunicado la firma de tecnología sanitaria Royal Philips.
La estrategia directo a sala de Philips se basa en CBCT: un haz de rayos X de forma cónica y un detector de pantalla plana montado en un arco capturan múltiples imágenes desde diferentes ángulos para reconstruir un modelo 3D del cerebro, y la empresa ha mejorado la precisión del diagnóstico mediante CBCT desde un 32% hasta el 93%.
El análisis retrospectivo se basó en datos del ensayo clínico controlado unicéntrico Angiocat que hizo la Unidad de Ictus del Hospital Vall d Hebron de Barcelona.
TAMBIÉN MEJORA RESULTADOS CLÍNICOS
El doctor Manuel Requena, especialista en ictus y neurólogo intervencionista del hospital, ha explicado que el Angiocat ya demuestra que llevar al paciente con ictus directamente a la sala de angiografía mejora los resultados clínicos, y ahora este análisis económico constata que también se puede «reducir significativamente los costes de la atención».
Según Requena, esto indica que «la inversión inicial en un flujo de trabajo directo a la sala de angiografía se traduce en un rápido retorno de la inversión» para los proveedores de atención sanitaria.
Así, el análisis de coste efectividad indica que se puede lograr un retorno de la inversión en una sala de angiografía dedicada a pacientes con ictus en solo unos pocos años.
La vía tradicional, tras el triaje inicial en la sala de urgencias, es enviar al paciente con ictus al servicio de radiología para un diagnóstico por tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética, en vez de contar con una sala de angiografía en funcionamiento permanente para enviarle allí.