Abiy dice que la operación en Tigray «terminará pronto» y descarta que Etiopía se vaya a sumir «en el caos»
El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, ha afirmado este lunes que la operación militar lanzada en la región de Tigray contra el Frente de Liberación del Tigray (TPLF) «terminará pronto», al tiempo que ha subrayado que los temores de que el país se vea sumido «en el caos» a causa de la situación «son infundados».
«Las preocupaciones de que Etiopía se verá sumido en el caos son infundados y el resultado de no entender totalmente nuestro contexto», ha señalado el mandatario en un mensaje publicado a través de su cuenta oficial en la red social Twitter.
Así, ha manifestado que esta «operación sobre el imperio de la ley, lanzada por un Estado soberano con capacidad de gestionar sus asuntos internos, terminará pronto con el fin de la impunidad existente».
«Etiopía está agradecido a los amigos que han expresado su preocupación. Nuestra operación sobre el imperio de la ley está destinada a garantizar de una vez por todos que los responsables de la inestabilidad son llevados ante la justicia», ha remachado.
Las palabras de Abiy han llegado días después de que el Ejército lanzara una operación en la región tras meses de tensiones con el TPLF, que gobierna Tigray, lo que ha provocado alarmas ante la posibilidad de que el país se vea sumido en una guerra civil.
El presidente de Tigray, Debretsion Gebremichael, reclamó durante el fin de semana que la Unión Africana (UA) interviniera precisamente para evitar que el país «cayera en una guerra civil» y resaltó que sus fuerzas seguirían defendiéndose hasta que Adís Abeba aceptara un diálogo, según ha informado la cadena de televisión británica BBC.
Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, habló el sábado por teléfono con Abiy para abordar la situación. Guterres ha mostrado la disposición de la ONU a apoyar la iniciativa de la UA y la Autoridad Intergubernamental sobre el Desarrollo (IGAD) para hacer frente a la crisis.
Abiy realizó el domingo una remodelación de la cúpula de los servicios de seguridad etíopes y cesó al jefe del Estado Mayor del Ejército, Adem Mohammed, para poner en cargos clave a personas de su confianza.
La ofensiva fue lanzada después de que el Gobierno central denunciara un ataque por parte del TPLF contra la principal base militar en la ciudad de Mekelle, capital de la región de Tigray, que dejó «muchos mártires», según el propio Abiy.
Por su parte, Debretsion recalcó el jueves que sus fuerzas están «totalmente equipadas» y se mostró convencido de que ganarán «la batalla». Además, dijo que las fuerzas de Tigray están «en estado de guerra» y confirmó que sus efectivos se hicieron con «casi todas» las armas en su ataque contra la base del Ejército en Mekelle.
LAS TENSIONES CON EL TPLF
El TPLF fue el partido fuerte dentro de la coalición que gobernó Etiopía desde 1991, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), una alianza sustentada en las etnias, hasta la llegada al poder de Abiy, el primer oromo en convertirse en jefe de Gobierno.
Apartado del poder, el TPLF ha visto en las reformas acometidas por Abiy, en particular las relativas a abusos de Derechos Humanos y de reconciliación con grupos armados entre otros, como una caza de brujas contra sus dirigentes, los cuales se vieron en muchos casos apartados de los cargos que ocupaban.
La ruptura definitiva la marcó la creación del Partido de la Prosperidad a finales de 2019 por parte de Abiy para dejar atrás al EPRDF. Todos los partidos que integraban la alianza gobernante, y algunos más en su órbita, se sumaron a la nueva formación, con la excepción del TPLF, lo que también dejó al partido al margen de la toma de decisiones en el Gobierno federal.
Así las cosas, el TPLF siguió adelante con el plan de celebrar elecciones en Tigray en septiembre pese a que la comisión electoral había decidido el aplazamiento de las generales al próximo año por la pandemia y a las presiones del Gobierno para que no siguiera adelante con sus planes.
Posteriormente, anunció que no reconocía al Gobierno central y reclamó a todos sus representantes que abandonaran las instituciones argumentando que Abiy se encuentra ilegalmente en el cargo tras el fin de su mandato.