Abinader afea a la UE la falta de solidaridad sobre las vacunas: «Nos hemos sentido desamparados»
Defiende que la valla en la frontera con Haití es una cuestión de seguridad
Admite una división de la población sobre la legalización del aborto
El presidente de República Dominicana, Luis Abinader, ha lamentado este lunes lo que considera una «falta de solidaridad» por parte de la Unión Europea y países desarrollados en relación con el acceso a la vacuna contra la COVID-19 y ha dicho que el país se ha llegado a sentir «desamparado» en este sentido.
En un evento organizado por la agencia EFE en colaboración con Casa de América, el mandatario ha sostenido que «no ha percibido la solidaridad que debería haber sentido en momentos tan difíciles» como los vividos a causa de la pandemia, si bien ha dicho entender que «cada país quiera vacunar primero a su gente».
No obstante, ha matizado que «había medidas como las que se solicitaron en diciembre con las que podían tener acceso a las patentes para poder entonces producir con excelentes laboratorios (..) su propia vacuna».
«Eso no evitaba que (los países desarrollados) continuarán produciendo las vacunas», ha indicado antes de afirmar que «en estos momentos hay que tener soluciones particulares para cada país».
En este sentido, ha destacado la llegada de vacunas procedentes, especialmente de India y China, a quienes achaca una «posición más solidaria». «Nos hemos sentido desamparados, también por parte de la UE. Tienen que revisar esta política», ha insistido antes de explicar que «no han pedido que se done nada». «Nosotros las vacunas las estamos comprando, pero está claro que se la comportamos a países que nos las exportan, que nos facilitan la llegada», ha incidido.
Sobre este asunto, Abinader ha hecho hincapié en que la pandemia dejará «muchas lecciones» y «líneas de acción» sobre qué hacer en caso de que se presenten situaciones como esta. Así, ha señalado que a continuación llegará la recuperación económica, un ámbito en el que espera que Estados Unidos y la UE, entre otros, estén «al nivel de lo que se requiera».
«La medida en que nuestros países mejoran sus economías, mejoran también en los países más desarrollados mediante importaciones, compras, exportaciones…» ha manifestado el presidente dominicano, que ha pedido que se piense en «soluciones compartidas». «Esa es nuestra queja. Los niveles de solidaridad deben estar siempre presentes a pesar de cual fuera la situación», ha añadido.
En este sentido, ha recordado que la vacuna no es cosa de un día, sino que «la población tendrá que vivir con el coronavirus y vacunarse todos los años, al igual que pasa con la influenza y otros virus». «Nuestra lección es que nos debemos preparar para no depender de nadie y tener nuestras propias soluciones», ha detallado.
DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO
Sobre una de sus principales promesas electorales, la despenalización del aborto, ha vuelto a defender que está a favor de «las tres causales». Sin embargo, ha puesto de manifiesto que se trata de un asunto complicado dado que implica muchas cuestiones, como la salud y la religión.
«Nuestro partido es diverso y hemos dejado que sea el Congreso el que decida sobre este tema. (…) Es República Dominicana quien tiene que decidir lo que sea sobre este tema que indudablemente divide a la población», ha apuntado.
No obstante, ha asegurado que la tasa de mortalidad materna, que es muy elevada en el país, se debe a que el 29 por ciento de las camas ocupadas en el ala de maternidad de los hospitales están ocupadas por mujeres procedentes de Haití.
«Les permitimos que vengan debido a la ausencia de hospitales de maternidad en Haití. Sin embargo, el 48 por ciento de la mortalidad materna corresponde a ciudadanas haitianas porque no han tenido los niveles de consulta previa prenatal necesaria, y ese es el mayor problema que tenemos en cuanto a mortalidad materna», ha recalcado.
Así, ha dicho haber hablado con su homólogo haitiano, Jovenel Moise, para levantar «hospitales de maternidad en la frontera del lado haitiano para atender mejor a las haitianas y disminuir la mortalidad». «También estamos haciendo un esfuerzo tremendo en nuestros hospitales», ha expuesto.
CUESTIÓN HAITIANA
Sobre las relaciones con Haití, ha planteado que «no es cierto» que la construcción de una valla en la frontera sea una política migratoria y ha insistido en que se trata de una política de seguridad.
«Una gran parte de los robos de vehículos, un 80 por ciento, viene de Haití, donde la situación de seguridad es dramática y tenemos que tomar medidas. Esa verja perimetral va a ayudar a Haití», ha comentado.
Abinader ha sostenido que es «bueno que Europa sepa qué situación se vive en la zona», la cual ha descrito como «muy difícil» y de «mucha irritación social», especialmente en el marco de las fuertes protestas registradas contra el Gobierno de Moise.
«Todo esto tiene lugar al margen de la carga económica y social existente en el país, al que se le ha dejado solo porque muchos países se han cansado de Haití. Nosotros no podemos cansarnos de buscar soluciones», ha continuado.
Sobre esto, ha defendido que la pandemia no ha afectado gravemente al país vecino sino que lo ha hecho la inseguridad ciudadana y la situación de inestabilidad. Por ello, ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para crear un «arbitraje» y «no dejar solos» a los haitianos.
El mandatario espera de esta forma evitar una mayor «somalización de Haití», donde la comunidad internacional «debería tener una mayor responsabilidad». «Tenemos una buena relación con todos los sectores haitianos y estamos dispuestos, sin participar, en impulsar un ambiente de reconciliación. (…) Por razones históricas no deberíamos participar pero sí promover la mediación, sin participar o ser anfitriones, en caso de tener que hacerlo», ha resuelto.