Abascal sigue despidiendo a figuras del círculo fundador de Vox y afianza a su nueva guardia
El fichaje de un policía ajeno a al partido para asumir la portavocía de Interior ha desplazado también al último histórico , Ortega Smith
Vox sigue perdiendo rostros que integraron el partido desde sus orígenes, mientras el líder de la formación, Santiago Abascal, consolida a una nueva hornada de cargos para integrar a su círculo más cercano. El último caso es Rocío Monasterio, que llevaba diez años liderando Vox en Madrid y que ha dimitido como diputada autonómica criticando a la Ejecutiva tras haber sido destituida como presidenta regional del partido para colocar a José Antonio Fúster, que el pasado marzo ya había sido promovido a portavoz nacional.
Monasterio formaba parte de Vox desde 2014, el año en el que Santiago Abascal fue elegido presidente de la formación por primera vez. Su secretario general de aquel entonces era Iván Espinosa de los Monteros, esposo de Monasterio, que ya dejó la primera línea política en agosto de 2023.
Del Vox de Abascal, Espinosa de los Monteros y Monasterio apenas queda nada. Todos sus padres fundadores , excepto el funcionario de prisiones secuestrado por ETA José Antonio Ortega Lara, en un discreto segundo plano, se marcharon tras asumir Abascal la presidencia. Se trata del ex eurodiputado Alejo Vidal-Quadras; la activista Cristina Seguí; el filósofo José Luis González Quirós; y el exministro Ignacio Camuñas. Seguí dimitió tras acusar de lucro irregular a González Quirós, que en 2013 ejercía como presidente en funciones de Vox, y este, Camuñas y Vidal-Quadras se fueron cuando Abascal se hizo con el mando de Vox.
ESPINOSA Y OLONA, SUS VOCES EN EL CONGRESO
Pero Vox se ha dejado a más gente por el camino en sus diez años de historia, empezando por su portavoz parlamentario, Espinosa de los Monteros, que dejó Vox en agosto de 2023, apenas un mes después de ser reelgido diputado, alegando «motivos personales». Su sorpresiva dimisión dejó entrever las críticas internas hasta entonces escondidas.
Una de las bajas más sonadas fue la de Macarena Olona, dado su efecto mediático. Ejercía como número dos de Vox en el Congreso al lado de Espinosa de los Monteros, pero con el paso de la legislatura hubo algunos roces entre partido y grupo parlamentario.
En el Congreso, Olona fue ganando foco y acabó dejando la Cámara para ser candidata a la Presidencia de la Junta de Andalucía en las autonómicas de junio de 2022, pero no cumplió con las expectativas electorales y, pocos meses después, anunció su retirada por «motivos de salud».
Tras abandonar Vox y fundar su fallido proyecto Caminando Juntos, Olona empezó a deslizar un rosario de críticas sobre Abascal, su actual Ejecutiva y contra todos los que llama el Clan Intereconomía –Kiko Méndez-Monasterio, Julio Ariza y Gabriel Ariza–«, a los que insiste en colocar como verdadero poder, en la sombra, del partido.
ASCENSO DEL «NEOFALANGISMO»
También cabe recordar el caso del doctor Juan Luis Steegmann, que no llegó a recoger su acta como diputado tras las elecciones del 23J y la salida de Espinosa. Steegmann se dio de baja de Vox en mayo de este año, al considerar que se está imponiendo una línea «antiliberal» y «anticientífica» que acerca a Vox al «neofalangismo».
La marcha de Espinosa destapó voces críticas con la Ejecutiva que hasta ese momento guardaban silencio. Es el caso de Víctor Sánchez del Real, vicesecretario de Comunicación del primer Vox, y Rubén Manso, artífice del programa económico de la formación, que quedaron excluidos de las listas para las elecciones del 23J.
Espinosa, a diferencia de su esposa, no vertió críticas contra Vox al marcharse, pero últimamente se ha dejado ver acompañado de esos críticos. Hace pocas semanas todos ellos compartieron una fotografía en la que aparecían sonrientes ante un comercio llamado Bambú, coincidiendo con el nombre de la calle donde está ubicada la sede nacional del partido.
También está Pedro Fernández, mano derecha de Ortega Smith. Fue el abogado que le acompañaba en el juicio del procés y se dio de baja como afiliado –aunque no abandonó su acta de diputado en el Congreso– en agosto de este año, alegando «motivos profesionales».
EN FAVOR DE CARAS NUEVAS
El único de los históricos que permanece en Vox es Javier Ortega Smith, aunque ha ido perdiendo peso con el paso de los años. Secretario general del partido entre 2016 y 2022 y también vicepresidente, ahora ya sólo es diputado en el Congreso y portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid.
Ortega Smith ha sido el único miembro de la dirección que se ha sumado a tímidas críticas internas. Lamentó la marcha de Espinosa y señaló que algunos, sin especificar, no había sabido reconocer al exportavoz parlamentario de Vox su «lealtad, generosidad y sacrificio». Meses más tarde, ahondó en sus críticas a la dirección de Vox, asegurando en una entrevista concedida a Europa Press que el partido no podía convertirse «en una agencia de colocación».
Terminó siendo degradado de vicepresidente a vocal en la Ejecutiva salida de la Asamblea General Extraordinaria del pasado enero, después de informaciones que apuntaban a su intención de disputarle el cargo a Abascal. Finalmente, Abascal no tuvo adversarios y la afiliación le ratificó como presidente de Vox otros cuatro años más.
Además, Ortega Smith tradicionalmente había asumido los asuntos de Interior en el seno de Vox, pero hace unas semanas ha quedado desplazado por el nombramiento del agente de Policía Samuel Vázquez como portavoz nacional de Inmigración, Asuntos de Interior y Seguridad.
Así, Abascal está afianzando a caras nuevas que han ganado peso en el partido progresivamente, como Ignacio Garriga, que en el último congreso del partido se convirtió en número dos , y José Antonio Fúster, exdirector de La Gaceta del grupo Intereconomía y promovido de diputado autonómico a portavoz nacional en marzo de este año. Ha mantenido a Jorge Buxadé, portavoz en el Parlamento Europeo, aunque dejó de ser vicepresidente y portavoz del partido.
A algunas de las caras nuevas las ha incluido en su Ejecutiva. Son los casos de los ex vicepresidentes autonómicos, como Juan García-Gallardo; la portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Rodríguez de Millán; o el secretario general del grupo parlamentario en el Congreso, José María Figaredo.
El partido fichó también al ex dirigente de Ciudadanos Juan Carlos Girauta, ahora eurodiputado de Vox, y está promocionando en el Congreso a Ignacio Hoces, del ala dura del partido, que empezó como asesor del partido, sonó en las quinielas para relevar a Espinosa y últimamente ha asumido debates relevantes en el Congreso, como el de la ilegalización de asociaciones franquistas.