Abascal afea al PP que renuncie a ilegalizar a Bildu y proponga a Sánchez no pactar: «Es pedir peras al olmo»

«Si Vox no existiera habría que inventarlo», proclama en La Rioja tras augurar que su partido va a «romper» las encuestas

LOGROÑO, 17

El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha cargado este miércoles contra el Partido Popular por asumir que no es posible ilegalizar a Bildu y ha lamentado que se limite a pedir al PSOE un acuerdo para que no haya pactos con ellos. «Es pedir peras al olmo», ha avisado a los de Alberto Núñez Feijóo.

Abascal ha hecho este llamamiento desde Logroño, donde ha participado en un acto electoral ante más de medio centenar de personas junto al candidato al Gobierno regional, Ángel Alda, y la candidata a la Alcaldía de la ciudad, María Jiménez.

Este miércoles, el PP ha anunciado que registrará en el Congreso una proposición no de ley para arrancar el compromiso parlamentario del Gobierno de Pedro Sánchez de que no habrá pactos con Bildu mientras mantenga condenados por terrorismo tanto en «sus candidaturas» electorales como «en sus estructuras».

Sin embargo, para el líder de Vox esto es «pedir peras al olmo» y pensar que «quien tiene delante», en referencia a los socialistas, «tiene principios». Pero además, ha censurado que los populares renuncien con ello a instar la ilegalización de la formación abertzale , como pide Vox.

«Pues nosotros lo hemos registrado en el Congreso y cuando se someta a votación tendrá que retratarse todo el mundo», ha desafiado Abascal sobre su iniciativa para eliminar a Bildu del registro de partidos políticos.

Decir que no es posible, según ha denunciado, es «mentir» a los electores; como asegura que ya sucedió con el cumplimiento de la sentencia europea sobre la doctrina Parot que permitió la excarcelación del etarra Josu Uribetxeberria Bolinaga y otros tantos «violadores y delincuentes». «Una sentencia que otros países no hubieran cumplido nunca», ha reivindicado.

ANDREU, «CÓMPLICE» DE SÁNCHEZ

A renglón seguido, ha cargado también contra el Gobierno de Pedro Sánchez, con quien Vox tiene «distancia infinita», y ha avisado de que todos los demás dirigentes socialistas son «cómplices» de sus políticas, «una plaga y una catástrofe para España»; señalando directamente a la presidenta de La Rioja, Concha Andreu, o los de Aragón o Castilla-La Mancha, Javier Lambán y Emiliano García-Page.

Para Abascal, al PSOE solo se le puede calificar como «socio de Bildu», recordando los cuatro asesinatos perpetrados por ETA en La Rioja. «Y sale la tal Concha Andreu y dice que llamarlos etarras es populismo que hay que erradicar», ha denunciado reivindicando que lo que hay que «erradicar» son los pactos con Bildu porque es «indecente».

También ha pedido a Andreu –«esa señora que se da de feminista»– que se pronuncie sobre las consecuencias de la aplicación de la ley del solo sí es sí . «Derechos a los que había que perseguir y palo a la gente corriente», ha resumido Abacal sobre la gestión socialista.

Frente a esto, ha avisado de que «solo queda Vox», que se presenta a las elecciones con la voluntad de «cambiar todo». Para ello, ha vaticinado que su formación va a «romper» las encuestas. «Si no existiera Vox, habría que inventarlo», ha avanzado entre aplausos de los asistentes y atribuyendo a su partido haber abierto debates que estaban cerrados en asuntos como la inmigración, «las políticas de género», la política energética o «las restricciones de derechos».

VECINO ALAVÉS, «PERO NO APROVECHADO»

También ha presumido de decir lo mismo en todos los puntos de España y se ha presentado en Logroño como su «vecino alavés», pero no «un vecino aprovechado» porque él se opone al Concierto Económico esté donde esté. «Nosotros no decimos en Bilbao una cosa y en La Rioja otra», ha asegurado criticando a socialistas y populares que en Euskadi apoyan el Concierto y en La Rioja «se ponen de perfil y se quejan de las consecuencias».

Abascal también ha denunciado el «intento» de atacar la denominación de origen del vino de La Rioja y ha lamentado incluso que no saliera adelante, porque eso habría permitido identificar a los empresarios que «el PNV utiliza como ariete». «Sabríamos el vino que no tenemos que beber», ha ahondado explicando que está en contra de los «boicots generalizados» pero hubiera sido una oportunidad para que se «retratasen».

«Yo soy vecino, pero un vecino al que se puede pedir sal y no el que está intentando hacerte la puñeta como están haciendo los separatistas con la complicidad del PSOE y del PP durante tanto tiempo, que les han dado las llaves del Gobierno de España», ha denunciado.