Colombia expide un decreto para lograr el regreso de la aspersión aérea con glifosato en cultivos ilícitos
El Gobierno de Colombia ha expedido este lunes el decreto que contiene el marco normativo para controlar el riesgo para la salud y ambiental del uso del glifosato como estrategia para destruir los cultivos de uso ilícito del país, dando así un pasado más en la reactivación de la aspersión aérea con el herbicida.
La aspersión con glifosato, la estrategia antidroga por la que se decanta el Gobierno, fue suspendida por el Consejo Nacional de Estupefacientes (CNE) en 2015 y ha sido criticada por distintas organizaciones sociales, pese a lo cual el presidente de Colombia, Iván Duque, ha firmado este lunes el decreto.
Según el Gobierno, el decreto «no reactiva automáticamente» la aspersión aérea con glifosato, ya que hace falta que el CNE verifique que se cumplen los requisitos que exigió el Tribunal Constitucional en 2017, recoge El Espectador .
El decreto define cómo se llevarían a cabo las fumigaciones y establece una constante revisión de riesgos en salud y efectos en el medio ambiente, así como confirma a la Policía como ejecutora del método y crea un área para recibir quejas.
Asimismo, indica que cuando la ejecución pueda afectar a comunidades étnicas debe llevarse a cabo un proceso de consulta previa y recoge que las autoridades deberán enviar un informe mensual con las áreas en las que se haya realizado la fumigación a la Agencia Nacional de Licencias Ambientales y al Instituto Colombiano Agropecuario y Fonvivienda, informa El Tiempo .
Igualmente, queda excluida la aspersión del herbicida en áreas del Sistema Parques Nacionales Naturales, los Parques Naturales Regionales, los ecosistemas estratégicos como páramos, humedales categoría Ramsar y manglares, los cuerpos de agua y los centros poblados.
«El programa estará enfocado a cultivos industrializados y tecnificados, y cultivos nuevos con injerencia de grupos armados organizados, residuales y grupos criminales narcotraficantes», ha apuntado al respecto el ministro de Defensa, Diego Molano, que ha precisado que las operaciones se enfocarán en cultivos de coca «plenamente identificados».
El ministro ha agregado que «aquí los únicos preocupados por la aspersión aérea con precisión contra la coca, que vamos a comenzar, deben ser los delincuentes que se lucran de este negocio criminal y quieren someter a nuestra población campesina a una nueva esclavitud».
El Tribunal Constitucional prohibió en 2015 las aspersiones de cultivos ilícitos con este herbicida por los potenciales daños que puede ocasionar a la salud, decisión que fue avalada meses después por el Consejo Nacional de Estupefacientes (CNE).
En 2017 el mismo tribunal emitió una nueva sentencia en la que dejaba abierta la posibilidad de volver a autorizar el glifosato en la lucha antidrogas si el Gobierno cumplía seis exigencias sanitarias ambientales.
Colombia, uno de los mayores productores del mundo de cocaína, suspendió en mayo de 2015 las fumigaciones desde aviones con glifosato siguiendo una recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que considera el glifosato como potencialmente cancerígeno y nocivo para el medio ambiente.