La inflamación crónica de los senos paranasales parece alterar la actividad cerebral, según estudio

Una nueva investigación University of Washington School of Medicine (Estados Unidos) ha vinculado la inflamación de los senos paranasales con alteraciones de la actividad cerebral, concretamente con las redes neuronales que modulan la cognición, la introspección y la respuesta a los estímulos externos.

Los millones de personas que padecen sinusitis crónica no sólo tienen que lidiar con la congestión nasal y los dolores de cabeza, sino que también suelen tener dificultades para concentrarse y experimentar depresión y otros síntomas que implican la participación del cerebro en su enfermedad.

«Este es el primer estudio que vincula la inflamación crónica de los senos paranasales con un cambio neurobiológico. Sabemos por estudios anteriores que los pacientes que tienen sinusitis a menudo deciden buscar atención médica no porque tengan goteo nasal y presión en los senos, sino porque la enfermedad está afectando a su forma de interactuar con el mundo: No pueden ser productivos, el pensamiento es difícil, el sueño es pésimo. En general, afecta a su calidad de vida. Ahora tenemos un mecanismo prospectivo para lo que observamos clínicamente», explica la doctora Aria Jafari, autora principal de la investigación, que se ha publicado en la revista JAMA Otolaryngology-Head & Neck Surgery .

La rinosinusitis crónica puede requerir un tratamiento de varios años, que suele consistir en la administración de antibióticos. Los ciclos repetidos de inflamación y reparación engrosan los tejidos de los senos paranasales, al igual que la piel callosa. La cirugía puede resolver el problema, pero los síntomas también pueden reaparecer.

Los investigadores identificaron una cohorte de estudio del Proyecto Conectoma Humano, un conjunto de datos de libre acceso centrado en el cerebro de 1.206 adultos sanos de entre 22 y 35 años. Los datos incluían escaneos de imágenes radiológicas y mediciones cognitivas/conductuales.

Las exploraciones les permitieron identificar a 22 personas con inflamación moderada o grave de los senos paranasales, así como a un grupo de control de 22 personas sin inflamación de los senos paranasales de la misma edad y sexo.

Los escaneos de resonancia magnética funcional (fMRI), que detectan el flujo sanguíneo cerebral y la actividad neuronal, mostraron una disminución de la conectividad funcional en la red frontoparietal, un centro regional para la función ejecutiva, el mantenimiento de la atención y la resolución de problemas; aumento de la conectividad funcional en dos nodos de la red de modo por defecto, que influye en la autorreferencia y está activa durante el descanso de la vigilia y el vagabundeo mental; y disminución de la conectividad funcional en la red de saliencia, que participa en la detección e integración de los estímulos externos, la comunicación y el comportamiento social.

La magnitud de las diferencias de actividad cerebral observadas en el grupo de estudio era paralela a la gravedad de la inflamación de los senos paranasales entre los sujetos. Sin embargo, a pesar de los cambios en la actividad cerebral, no se observó ningún déficit significativo en las pruebas conductuales y cognitivas de los participantes del grupo de estudio.

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