Confebús dice que muchas comunidades desviaron el fondo previsto para compensar concesiones y pide uno nuevo

Estima que un tercio de empresas no aguantará la crisis y alerta de que «empieza a haber morosidad» por parte de las administraciones

El presidente de la Confederación Española de Transporte en Autobús (Confebús), Rafael Barbadillo, ha advertido de que, pese a aprobar el Gobierno un fondo de 800 millones de euros para el transporte público urbano e interurbano dependiente de las comunidades, «muchas» de estas administraciones «lo han utilizado para otras cosas y no para financiar las concesiones». Asimismo, ha reclamado habilitar un nuevo fondo para este año.

«De no habilitarse un nuevo fondo rápidamente en 2021, va a ser muy difícil poder garantizar la movilidad, porque las empresas están en una situación muy crítica», ha aseverado ante la Comisión de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados, ante la que ha comparecido en el marco del programa de trabajo sobre la Estrategia Española de Seguridad Vial 2021-2030.

Barbadillo ha recordado que este fondo no tenía carácter finalista y que, por ello, no todas las comunidades lo han dirigido a sus concesiones, al igual que otras ayudas distribuidas a las administraciones.

Asimismo, ha recordado el transporte municipal también aspiró un fondo, pero al estar incluido en el decreto ley sobre la utilización del superávit de los ayuntamientos derogado por el Congreso, este decayó. Los Presupuestos contemplan un fondo similar, pero sin asignación, ha recalcado, y por ello, ha dicho Barbadillo, «se está trabajando en habilitar cuantía, de en torno a 400 millones de euros».

PÉRDIDA DE FACTURACIÓN DE 2.500 MILLONES EN 2021

Pese a comparecer para dar cuenta de la nueva Estrategia Española de Seguridad Vial, Barbadillo se ha referido a la situación de dificultad que vive su sector, «probablemente la crisis más severa de la historia», al ser las restricciones de movilidad una de las principales herramientas para combatir la pandemia de Covid-19.

Todo lo relacionado a actividades vinculadas al ocio o al turismo ha caído un 85% desde el inicio de la pandemia, sin repunte alguno, ha asegurado, porcentaje moderado al 80% de caída en los servicios regulares de media y larga distancia y el caso de urbanos y cercanías en el entorno del 50%. Y si en 2020 se han calculado pérdidas por unos 1.500 millones de euros, para este año se estima una pérdida de facturación en el entorno de los 2.500 millones.

«Precisamos de apoyo y ayudas de forma urgente por parte de la Administración», ha reclamado, concediendo que medidas que los ERTE o los avales públicos en créditos por parte del ICO fueron medidas «positivas» pero que, «dada la duración magnitud de la crisis se han quedado muy cortas». «Éramos un sector viable, y lo vamos a volver a ser pero, mientras esta situación dure, vamos a precisar de ayudas para la supervivencia», ha apostillado.

La estimación con la que cuenta la patronal del autobús es que un tercio de los negocios no podrán sobrevivir a esta crisis. «Hay que financiar la salida de la crisis y no va a haber recursos para ello», ha señalado, advirtiendo de otra señal que le preocupa: «Empieza a haber morosidad con las administraciones, porque tienen escasez de recursos y lo están destinando a otras políticas», ha alertado

En este sentido, ha señalado que, sin liquidez suficiente y con impagos, «no se va a poder pagar la nómina o a los proveedores». «Y se parará el servicio, no porque queramos, sino porque no va a haber posibilidad. Es verdad que no es general, pero está ocurriendo», ha dicho.

TRANSICIÓN AL AUTOBÚS ELÉCTRICO, «PERO CON AYUDAS DE VERDAD»

Respecto a la utilización de los fondos europeos, que se prevén que empiecen a llegar este mismo de año, como parte de los estímulos económicos de reactivación tras la crisis del Covid-19, ha coincidido en que estos recursos deben servir para la transición de vehículos de combustión a vehículos eléctricos en entornos urbanos.

«Pero tienen que ser ayudas de verdad, no nos pueden dar ayudas pequeñas cuando el vehículo cuesta el doble. O compensa la diferencia de vehículo a otro o muy difícilmente, en una situación además de crisis, o se acometen inversiones para las empresas», ha argumentado, apuntando a Alemania como ejemplo, que ha acelerado la transición financiando la diferencia de costes.

Más limitaciones encuentra para esa transición en otro tipo de transporte que no sea el urbano, por el tamaño de batería, su consumo y la capacidad de autonomía, y respecto al hidrógeno ha señalado que se trata aún de una tecnología «muy incipiente».

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