El Gobierno de Benín acusa a la oposición de llamar a la insurrección ante las protestas contra el presidente
La oposición denuncia que el mandato de Talon debía terminar este 6 de abril
El Gobierno de Benín ha acusado a la oposición de hacer llamamientos a la insurrección ante las protestas que se suceden en el país para denunciar que el mandato del presidente, Patrice Talon, ha llegado a su fin, a pesar de que las elecciones se celebrarán el domingo y el vencedor no asumirá el cargo hasta mayo.
El portavoz del Ejecutivo, Alain Orounla, ha dicho que las autoridades son consciente de la existencia de «llamamientos a la criminalidad» y ha recalcado que «asumirán sus responsabilidades», según ha informado el diario beninés L Evenement Precis .
«Es fácil hacer un llamamiento a los pobres benineses para que vayan y sacrifiquen sus vidas por una causa totalmente inútil», ha advertido Orounla, después de que tanto la capital, Porto Novo, como otras ciudades como Cotonou, Manigri y Parakou hayan sido escenario de protestas.
La polémica deriva de que Talon juró su cargo el 6 de abril de 2016, si bien una serie de enmiendas constitucionales y modificaciones del calendario electoral han provocado que las elecciones se vayan a celebrar el 11 de abril y a que la toma de posesión tenga lugar en mayo, un mes y medio después de la fecha en la que debía haber terminado su mandato de cinco años.
Según las informaciones recogidas por la emisora Radio France Internationale, las fuerzas de seguridad se han desplegado en las zonas en las que hay protestas y los bomberos han empezado a apagar varias barricadas en las que han sido incendiados neumáticos para cortar la circulación.
Las elecciones se celebrarán además cerca de un mes después de que la líder del principal partido opositor de Benín, Reckya Madougou, fuera encarcelada tras ser acusada de intentar «desestabilizar el país» y de haber trazado planes para «asesinar a figuras políticas».
Madougou, líder de Los Demócratas y la primera mujer en presentarse como candidata a la Presidencia de Benín, es sospechosa de «querer atentar contra la tranquilidad pública, planear actos de violencia y planificar asesinatos», tal y como indicó Orounla.
Un gran número de opositores se encuentran en el exilio o han sido excluidos de los últimos procesos electorales en Benín, que en mayo de 2020 celebró unas locales marcadas por la ausencia de los partidos de oposición y ante las denuncias contra el presidente por su deriva autoritaria.
La tensión ha ido en aumento en el país africano después de las elecciones legislativas de 2019, en las que Talon y sus partidos afines ganaron sin oposición alguna y con solo un 25 por ciento de participación.