El FMI prevé una mayor aceleración de la economía mundial en 2021 y 2022, pero alerta de divergencias
EE.UU. y Japón recuperarán este año los niveles preCovid, mientras que la eurozona deberá esperar a 2023
La recuperación de la economía mundial tendrá lugar a mayor velocidad de lo estimado inicialmente por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha revisado sustancialmente al alza su previsión de crecimiento para 2021 y 2022, hasta el 6% y el 4,4%, respectivamente, gracias a las medidas de estímulo en países como Estados Unidos o Japón y los progresos en la vacunación, aunque ha alertado de las divergencias en el ritmo de recuperación entre países y sectores económicos.
En comparación con sus últimas proyecciones macroeconómicas, publicadas el pasado mes de enero, el FMI ha revisado medio punto porcentual al alza su previsión de crecimiento del PIB mundial para 2021, hasta el 6%, mientras que ha mejorado en dos décimas la de 2022, hasta el 4,4%.
Asimismo, la institución ha destacado que la respuesta a la recesión causada por la Covid-19 hará que «probablemente sus cicatrices sean menores que las de la crisis de 2009».
No obstante, el Fondo advierte en su informe Perspectivas Económicas Mundiales de que las economías emergentes y de bajos ingresos se han visto afectadas en mayor medida y se espera que soportarán mayores pérdidas en el medio y largo plazo, con un ritmo de recuperación inferior al de las economías avanzadas.
«Se estima que cerca de 95 millones de personas más han caído por debajo del umbral de pobreza extrema en 2020 en comparación con las proyecciones prepandémicas», señala la institución, que recuerda que los retrasos en el aprendizaje han sido más graves entre los países de bajos ingresos y en desarrollo, puesto que estos se han enfrentado a más dificultades para abordar el cierre de escuelas.
En este sentido, el FMI espera que las economías avanzadas crecerán en 2021 un 5,1%, frente al 4,3% esperado en enero, y un 3,6% el próximo año, medio punto más de lo anticipado anteriormente, mientras que las economías emergentes crecerán un 6,7% en 2021, frente al 6,3% estimado previamente, y un 5% en 2022, en línea con el pronóstico precedente.
Más allá de 2022, proyecta que el crecimiento global se moderará al 3,3% en el medio plazo como consecuencia del daño persistente en el potencial de oferta de las economías de mercado tanto avanzadas como emergentes y un crecimiento más lento de la fuerza laboral debido al envejecimiento de la población, por lo que prevé que los niveles del PIB se mantendrán hasta 2024 muy por debajo de la trayectoria prevista antes de la pandemia para la mayoría de los países.
De este modo, la institución liderada por Kristalina Georgieva habla de una recuperación incompleta y a «múltiples velocidades», con diferencias no solo entre los países, sino también entre los distintos sectores económicos, lo que implica un aumento de la desigualdad, al tiempo que alerta de las divergencias que también se observan entre la valoración de los activos en el mercado y el resto de la economía.
En cualquier caso, el Fondo advierte de que sus proyecciones se hallan bajo un elevado grado de incertidumbre, con numerosos factores que pueden influir al alza o a la baja, subrayando que en gran medida dependen de cómo se desarrolle la carrera entre las vacunas y la enfermedad, ya que un mayor progreso en la vacunación supondría un impulso alcista para los pronósticos, mientras que la aparición de nuevas variantes del virus que escapen del efecto de las vacunas llevaría a una significativa revisión a la baja.
«La misión no se ha terminado aún», afirma el FMI, para el que todavía falta mucho trabajo por hacer para completar la recuperación y reconoce la cada vez mayor dificultad para los responsables de formular políticas, debido a la alta incertidumbre, de amortiguar el impacto en los ingresos durante nuevos períodos de actividad intermitente al contar con mucho menos espacio del que estaba disponible al comienzo de la crisis.
EE.UU. LIDERA LA RECUPERACIÓN.
Las nuevas proyecciones del FMI suponen un renovado espaldarazo a las perspectivas económicas de Estados Unidos, cuyo PIB se espera que crezca un 6,4% en 2021, frente al 5,1% proyectado el pasado mes de enero, y un 3,5% en 2022, un punto porcentual más de lo anticipado previamente, como consecuencia del efecto de las nuevas medidas de estímulo aprobadas.
De este modo, la institución confía en que la economía estadounidense sea una de las primeras en regresar a los niveles anteriores a la pandemia, señalando que la primera potencia mundial recuperará la actividad de finales de 2019 durante el primer semestre de 2021.
Asimismo, la institución ha revisado al alza también sus previsiones para Japón, hasta un crecimiento del 3,3% este año y del 2,5% el siguiente, lo que supone una revisión al alza de dos y una décima, respectivamente, como reflejo de los nuevos estímulos aprobados, que permitirán a la economía nipona regresar al nivel prepandemia a lo largo del segundo semestre de 2021.
El FMI confía en que el plan de estímulos de 1,9 billones de dólares (1,6 billones de euros) aprobado en EE.UU. tendrá efectos secundarios positivos para sus socios comerciales.
De este modo, ha revisado dos décimas al alza su anterior proyección de crecimiento en 2021 para la zona euro, hasta el 4,4%, así como la del próximo año, hasta el 3,8%.
«Se prevé que Estados Unidos vuelva a los niveles de actividad de finales de 2019 en el primer semestre de 2021 y Japón en el segundo semestre. En la zona del euro y Reino Unido, se espera que a actividad se mantendrá en 2022 por debajo de los niveles de finales de 2019», señala la entidad, que atribuye estas divergencias a las diferencias en las respuestas conductuales y de salud pública al virus, así como a la flexibilidad y adaptabilidad de la actividad económica a una baja movilidad, las tendencias preexistentes y las rigideces estructurales anteriores a la crisis.
Al margen de las economías avanzadas, los nuevos pronósticos del FMI apuntan a que China, que recuperó su nivel de actividad prepandemia el año pasado, crecerá en 2021 un 8,4%, tres décimas más de lo anticipado en enero, aunque de cara a 2022 la institución mantiene su previsión de crecimiento en el 5,6%.
ESCENARIOS ALTERNATIVOS
Por otro lado, como viene siendo habitual durante la pandemia, el FMI propone un escenario más optimista en el caso de una vacunación más rápida de lo esperado, que permitiría elevar algo menos de medio punto porcentual la expansión global en 2021 y en casi un punto porcentual el crecimiento de 2022, aunque este impulso se moderaría de manera significativa a partir de 2023 hasta cerca del escenario base.
En este caso, las economías avanzadas serían las más beneficiadas probablemente, con un crecimiento de alrededor de medio punto porcentual por encima del escenario base y más de un 1% en 2022, mientras que las economías emergentes verían su expansión acelerada en 25 puntos básicos este año y 75 puntos básicos el siguiente.
Sin embargo, bajo la hipótesis de un mayor retraso para alcanzar la inmunidad de rebaño, de entre 6 meses en el caso de las economías avanzadas y de 9 meses en el de las emergentes, el FMI plantea una reducción del ritmo de crecimiento global de alrededor de 1,5 puntos porcentuales en 2021 respecto del 6% previsto y un recorte de otro punto porcentual en 2022, cuando la institución anticipa un crecimiento del 4,4% en su escenario base.