El CNIC descubre mutaciones adquiridas en células sanguíneas que aceleran la progresión de la insuficiencia cardiaca
Un equipo de investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y del Hospital Universitario Virgen de Arrixaca de Murcia ha descrito que la presencia de estas mutaciones adquiridas en las células sanguíneas indica un riesgo elevado de progresión acelerada de insuficiencia cardiaca, una de las causas más importantes de mortalidad en el mundo.
Y es que, la hematopoyesis clonal está relacionada con el envejecimiento, por lo que a medida que envejecemos hay más probabilidades de que se produzca este proceso. «Estudios recientes han demostrado que los individuos con hematopoyesis clonal tienen un mayor riesgo de desarrollar cánceres hematológicos y de muerte, que, sin embargo, no está causada por la enfermedad oncológica, sino por causas cardiovasculares», ha dicho el coordinador de la investigación, José Javier Fuster.
Este nuevo conocimiento ha generado un gran interés por evaluar la posibilidad de que la hematopoyesis clonal contribuya al mayor riesgo de enfermedad cardiovascular asociado al envejecimiento. De hecho, la insuficiencia cardiaca es la principal causa de hospitalización en mayores de 65 años y una importante causa de morbimortalidad.
«Sabemos que existe una relación clara entre la hematopoyesis clonal y un mayor riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular aterosclerótica, la causa última de la mayoría de infartos de miocardio y de muchos ictus cerebrales», ha añadido el investigador externo del CNIC y cardiólogo del Hospital Universitario Virgen de Arrixaca de Murcia, Domingo Pascual-Figal.
Además, trabajos experimentales previos llevados a cabo por investigadores del CNIC han demostrado que ciertas mutaciones que conducen a la hematopoyesis clonal aceleran el desarrollo de la aterosclerosis y a la progresión de la insuficiencia cardiaca en ratones.
En este nuevo estudio, publicado en The Journal of the American College of Cardiology y en el que también han participado las Unidades de Genómica y Bioinformática del CNIC e investigadores del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol de Badalona, se ha analizado cómo la presencia de mutaciones ligadas a hematopoyesis clonal afecta a la evolución clínica de pacientes con insuficiencia cardiaca, tanto isquémica como con otros orígenes.
Los investigadores secuenciaron el ADN genómico de células sanguíneas de un grupo de pacientes diagnosticados con insuficiencia cardiaca que fueron monitorizados durante años con el fin de detectar la presencia de hematopoyesis clonal y valorar su posible conexión con la evolución de esta enfermedad.
Los resultados, apuntan que, independientemente del origen de la insuficiencia cardiaca, la presencia de estos clones mutantes en sangre agrava la progresión de la insuficiencia cardiaca y empeora su pronóstico. En concreto, los clones con mutaciones en dos genes frecuentemente ligados a hematopoyesis clonal, TET2 y DNMT3A, se asociaron con un mayor riesgo de hospitalizaciones y muertes debidas a la propia insuficiencia cardiaca.
Para los investigadores, estos datos ponen de manifiesto la importancia de la hematopoyesis clonal como proceso patogénico que acelera y agrava la progresión de la insuficiencia cardiaca, independientemente de la presencia de enfermedad aterosclerótica.
«Nuestro estudio apoya la idea emergente de que la hematopoyesis clonal representa un nuevo factor de riesgo cardiovascular y un vínculo relevante entre edad y enfermedad cardiovascular. Además, abre la puerta al desarrollo de terapias personalizadas dirigidas a aquellos pacientes que presentan estas mutaciones somáticas y, con ello, prevenir la progresión de patologías muy relevantes como la insuficiencia cardiaca», han zanjado los expertos.
El CNIC está desarrollando diversos proyectos para profundizar en los efectos de las mutaciones somáticas y la hematopoyesis clonal, con el objetivo de experimentar estrategias de prevención y tratamiento personalizadas para los pacientes que desarrollan este tipo de mutaciones.
La investigación ha sido financiada por la Beca Leonardo para Investigadores y Creadores Culturales 2019 de la Fundación BBVA, el Instituto de Salud Carlos III, el Ministerio de Ciencia e Innovación y la Fundación Séneca de Ciencia y Tecnología de la Región de Murcia.