Lukashenko asegura que la idea de reformar la Constitución salió de su Gobierno y niega presiones de Rusia
El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha asegurado este martes que la iniciativa de reformar la Constitución del país salió de su propio Gobierno y no de terceros países, como Rusia.
Así, ha negado cualquier tipo de implicación o presión ejercida desde Moscú y ha matizado que las autoridades se han dado cuenta de que «es necesario» introducir cambios en la Carta Magna bielorrusia, según ha informado el diario Belarus Segodnya .
«Para aquellos que lo olvidaron, les recuerdo que no fue Rusia ni los dirigentes rusos quienes obligaron a Lukashenko a rehacer la Constitución. Es algo que llevábamos planeando hace mucho tiempo», ha expresado.
Así, ha dicho que el país ha llegado a un punto en el que «estos cambios se han hecho necesarios», dado que él no se considera eterno y «no se sabe quién llegará al poder después», tal y como ha expresado.
Lukashenko, firmó el 16 de marzo un decreto para la creación de una comisión constitucional y declaró posteriormente que el proyecto de reforma de la Carta Magna tendrá que estar listo para finales de 2021 con la vista puesta en que sea ratificado por la población en un referéndum celebrado en 2022.
La comisión constitucional está formada por 36 miembros y tendrá que presentar sus distintas propuestas ante el jefe de Estado antes del 1 de agosto. Bielorrusia anunció la reforma en un intento por fomentar el diálogo tras las fuertes protestas registradas a raíz de las elecciones presidenciales celebradas el 9 de agosto, las cuales revalidaron su mandato ante acusaciones de fraude por parte de la oposición.
Desde entonces, los opositores han llamado al diálogo, no han reconocido los resultados y han exigido la celebración de nuevos comicios, algo a lo que Lukashenko se ha negado contundentemente.