La ONU denuncia una década de «muerte, destrucción y desesperación» en Siria, donde «no hay respiro»
La ONU alerta de que 24 millones de personas necesitan asistencia humanitaria o de otro tipo en Siria, 4 millones más que el año pasado
Acción contra el Hambre insta a «ir más lejos» para adoptar medidas de largo plazo más allá de «la respuesta de emergencia»
El coordinador de Ayuda de Emergencia de la ONU, Mark Lowcock, ha recordado al Consejo de Seguridad que «ahora no es el momento de reducir la ayuda humanitaria a Siria», que ha vivido una década de «muerte, destrucción, desplazamiento, enfermedad, pavor y desesperación» y donde «no hay respiro», por lo que se necesita más apoyo para evitar un mayor deterioro «dramático y generalizado».
Lowcock, que también es jefe de Asuntos Humanitarios, ha denunciado que «los sirios no ven un respiro», y que de hecho «las necesidades son mayores que nunca», ya que estiman que 13,4 millones de personas en todo el territorio sirio necesitan ayuda humanitaria, un 20 por ciento más que el año pasado.
También ha denunciado ante el Consejo ataques aéreos y «niveles intolerables de peligro» en el campo de refugiados de Al Hol, donde residen más de 40.000 niños.
Por otro lado, alrededor del 75 por ciento de los más de cuatro millones de personas en el noroeste de Siria dependen de la ayuda para satisfacer sus necesidades básicas y casi el 85 por ciento se alcanza mensualmente a través de la asistencia transfronteriza.
Por esto, ha hecho un llamamiento para habilitar más cruces fronterizos, para abordar mejor «el flagelo de la desnutrición». Actualmente, la operación humanitaria de la ONU en el país llega a unos 7,7 millones de personas.
Este martes, la ONU será copatrocinadora de la V Conferencia de Bruselas en apoyo de Siria, donde pedirá unos 4.200 millones de dólares (3.500 millones de euros) para llegar a 12,3 millones de sirios dentro del país y otros 5.800 millones de dólares (casi 5 millones de euros) para los países que acogen refugiados sirios.
Lowcock, junto a otros altos funcionarios de Naciones Unidas, ha pedido a la comunidad internacional que aumente la financiación de los programas de ayuda en Siria, para salvar vidas a millones de personas.
Además, la oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), la agencia para los refugiados (ACNUR) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) han advertido del impacto adicional que ha tenido la pandemia en Siria.
En un comunicado conjunto, las tres agencias detallan que 24 millones de personas necesitan asistencia humanitaria o de otro tipo en Siria, cuatro millones más que el año pasado y la mayor cantidad desde que comenzó el conflicto.
Por su parte, Filippo Grandi, Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, ha advertido que los logros que la comunidad internacional ha conseguido «con tanto esfuerzo y que logró colectivamente durante años ya están en riesgo».
Por esto, ha instado a la comunidad internacional a «no dar la espalda los refugiados ni a sus países anfitriones», a quienes deben extender su «compromiso inquebrantable, solidaridad y apoyo».
ACCIÓN CONTRA EL HAMBRE PIDE «IR MÁS ALLÁ»
Una delegación de Acción contra el Hambre –una de las pocas organizaciones internacionales que trabaja dentro de Siria desde antes del conflicto– se ha desplazado a Bruselas para participar en la V Conferencia de Bruselas en apoyo de Siria, donde pedirá financiación para «soluciones a largo plazo», que vayan «más allá de la respuesta de emergencia».
Según las cifras aportadas por la ONG, 12,4 millones de personas no tienen acceso a suficientes alimentos y 2,2 millones están en riesgo de inseguridad alimentaria. El precio de la canasta básica de alimentos ha aumentado un 250 por ciento en el último año y está fuera del alcance de muchas familias.
Esto sumado a que 13,4 millones de personas –tres de cada cuatro– siguen necesitando ayuda humanitaria urgente, un 20 por ciento más que en 2020. Además, «si no se aborda cuanto antes la restauración de las redes de agua y saneamiento, así como la producción sostenible de alimentos, se prolongará la dependencia de la ayuda humanitaria».
«Es hora de abordar la rehabilitación de un país exhausto tras diez años de guerra», ha insistido la coordinadora de incidencia para la crisis siria, Hélène Michou, haciendo hincapié en la necesidad de soluciones a largo plazo y denunciado que en 2020 «solo se cubrió el 56 por ciento del llamamiento humanitario de Naciones Unidas».
Acción contra el Hambre también aboga por una «exención urgente de las sanciones internacionales y las medidas relacionadas con la lucha contra el terrorismo para la ayuda humanitaria».