Bukele insta a EEUU a dejar de lado el «concepto de Triángulo Norte» para abordar el flujo migratorio
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha instado al Gobierno estadounidense a «abandonar el concepto de Triángulo Norte» para referirse a los flujos migratorios procedentes de la frontera sur.
Bukele ha sugerido así a Washington que «si quiere abordar seriamente la migración en la frontera sur, debería abandonar el concepto y trabajar con sus socios de todos los tiempos para impulsar soluciones probadas», en un mensaje difundido en su cuenta de Twitter.
Así, ha manifestado que Honduras sigue siendo un país «inestable», con «una violencia de pandillas arraigada, pobreza profunda, malas cosechas y daños devastadores por huracanes».
«Muchos hondureños ven la migración casi como una forma de protesta, un rechazo a la élite política del país, que tiene vínculos cada vez más evidentes con las drogas», ha expresado Bukele, que también ha abordado la situación guatemalteca.
«Tiene las redes de contrabando más desarrolladas, una alta tasa de desempleo y una población joven. Los coyotes (traficantes) en las áreas rurales han estado capitalizando el deseo de reunificación familiar, los fracasos de la agricultura de subsistencia en medio de la sequía y el cambio climático», ha dicho.
Sobre El Salvador –el tercer país del llamado Triángulo Norte–, ha aseverado que las «olas migratorias han respondido en gran medida a la violencia e inseguridad de las pandillas en los últimos años».
Bukele ha reafirmado recientemente que la inseguridad es una de las principales razones que provocan la migración de salvadoreños hacia diferentes destinos, mayormente hacia Estados Unidos. «Las principales razones de la migración son la inseguridad y la falta de oportunidades económicas. La migración solo disminuirá si resolvemos esas dos cosas», ha aseverado.
A las bandas que actúan en El Salvador se achacan además el desplazamiento de miles de personas que viven en zonas rurales. De acuerdo con Bukele, «la gente no quiere irse de sus casas ni dejar a sus familias, pero la falta de oportunidades y de seguridad hace que tengan que irse».