Experto avisa de que el 50% de la población mayor de 80 años tiene lesiones del manguito rotatorio del hombro

El manguito rotador del hombro, un grupo de tendones y músculos que rodean la articulación del hombro, se pueden lesionar muy fácilmente; de hecho, aproximadamente un 20 por ciento de la población sufre a lo largo de su vida lesiones del manguito, según el jefe de servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital La Luz, el doctor José Miguel Guijarro, quien avisa de que la incidencia aumenta con la edad y, por encima de los 80 años, el 50 por ciento de la población tiene roturas del manguito, aunque en muchas ocasiones son asintomáticas.

Así, el experto recuerda que la función del manguito es mantener unidos firmemente la cabeza del humero y la escapula. «Estos músculos consiguen que el hombro pueda moverse en todos los planos del espacio, siendo la articulación con un mayor grado de movilidad de nuestro cuerpo», explica.

Según el doctor Guijarro, existen varios tipos de lesiones. En primer lugar, la inflamación aguda, que es la tendinitis, suele ocurrir por un ejercicio repetido ocasionalmente. Por otro lado, la tendinosis o inflamación crónica es causada por un desgaste del tendón producido por un movimiento repetitivo durante largos periodos o por malas posturas reproducidas durante mucho tiempo. Otro tipo de lesión es la tendinitis calcificada, que ocurre cuando sobre un tendón inflamado se deposita calcio.

Por último, aclara, están las lesiones que ocurren cuando un tendón se queda atrapado entre el acromion (hueso de la escapula y la cabeza humeral) o, directamente se produce la rotura tendinosa, por un traumatismo directo, «aunque lo más frecuente es que sea por una inflamación que se prolonga en el tiempo», detalla.

De acuerdo con este experto del Hospital La Luz, las causas pueden producirse por degeneración progresiva del manguito o por movimientos repetitivos realizados por encima de la cabeza o también si arrastramos pesos durante periodos largos. «Tanto en algunas profesiones como pintores, carpinteros, así como en deportes como en los que se utilizan raquetas, natación, etc.», indica el doctor.

Así las cosas, la sintomatología varía según el tipo de lesión que sufre el manguito. Según el doctor, puede originar un dolor agudo, en casos de rotura por traumatismo directo, o en inflamaciones agudas. En lesiones degenerativas, generalmente produce un dolor sordo y profundo, es decir, difícil de describir o localizar. «Otro síntoma es cuando tenemos debilidad o disminución de fuerza en el hombro», añade. «Todos estos síntomas pueden perturbarnos el sueño, que es cuando el dolor aumenta al estar en la cama y con los movimientos nocturnos», asevera el doctor Guijarro.

Sin tratamiento, las lesiones del manguito se van cronificando, lo que va produciendo debilidad y limitación de la movilidad del hombro, y se produce una degeneración de la articulación. «Esta situación puede llevar a lo que se denomina hombro congelado, afección dolorosa donde el hombro se queda pegado al cuerpo y pierde toda su función y movimiento debido a la inflamación», afirma el doctor.

Para este experto, un especialista cualificado en traumatología es el que debe realizar una exploración clínica del hombro y comprobar las posibles lesiones del manguito, así como realizar las pruebas de imagen pertinentes para observar las estructuras óseas, las posibles calcificaciones, visualizar los tendones y músculos y ver la extensión de posibles roturas.

REPOSO RELATIVO EN PERIODOS INICIALES

El doctor José Miguel Guijarro en periodos iniciales recomienda un reposo relativo, frío local, medicación oral con analgésicos y antinflamatorios. «Un tratamiento eficaz es la ayuda de un fisioterapeuta, quien realizará estimulación eléctrica, ultrasonidos, entre otras técnicas», asegura el especialista. «En caso de calcificaciones, lo suyo es prescribir ondas de choque, intentando fragmentar y disolver esas calcificaciones», resalta Guijarro.

Si no se consigue una mejoría del paciente, «las infiltraciones con corticoides son la siguiente fase, y por último si el dolor es rebelde y no se consigue una buena calidad del paciente recomendamos el tratamiento quirúrgico», explica el jefe de servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital La Luz.

Para este especialista, el tratamiento quirúrgico puede ser artroscópico o abierto dependiendo de las lesiones. «Damos siempre prioridad al tratamiento artroscópico, es decir por incisiones mínimas introduciendo una cánula dentro de la articulación, así realizamos limpieza articular y sutura de los tendones», concluye José Miguel Guijarro, añadiendo que en algún caso es necesaria la cirugía abierta para realizar injertos tendinosos o colocación de prótesis.

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