El Supremo de Brasil tumba las presiones de Bolsonaro para revocar el aislamiento impuesto por los estados
El juez del Tribunal Supremo de Brasil, Marco Aurélio Mello, ha rechazado este martes la petición del presidente, Jair Bolsonaro, para dejar sin efecto los decretos aprobados por los Gobiernos de Distrito Federal, Bahía y Río Grande del Sur para imponer medidas de aislamiento con las que intentar frenar el avance de la pandemia.
Mello ha justificado su decisión alegando que no le corresponde al presidente Bolsonaro llevar a cabo de manera unilateral una acción de este tipo y ha subrayado que los gobiernos federales, estatales y municipales cuentan con plenas competencias para tomar medidas con las que hacer frente a la pandemia.
«El jefe del Ejecutivo representa al país, atribuyéndose al fiscal general la representación judicial», señala en su fallo Mello, quien considera la petición de Bolsonaro un «error grosero» que «no encaja en el saneamiento procesal».
En las últimas semanas, Brasil se halla en la fase más grave de la pandemia, batiendo sus registros de contagios y muertes diarias por la enfermedad. Desde el inicio de la crisis sanitaria, Bolsonaro se ha mostrado siempre en desacuerdo de decretar el confinamiento y restringir la movilidad para hacer frente al coronavirus, lo que ha ocasionado no solo controversias con las autoridades locales, sino también con algunos de sus antiguos ministros de Salud.
Entre las medidas tomadas por las autoridades locales están el cierre de todos los establecimientos que no fueran considerados imprescindibles, o el toque de queda nocturno. Para Bolsonaro son inconstitucionales pues deben adoptarse en base a la ley de las legislaturas locales y no por decretos de los gobernadores.
Sin embargo, el Supremo ya avaló en 2020 a las autoridades locales a asumir políticas de este tipo siempre y cuando fueran en base a criterios técnicos y científicos, apunta la red Globo.
Mello también ha aprovechado para recordarle a Bolsonaro que «la visión totalitaria» no tiene cabida en los «aires democráticos» actuales y que como presidente del país «es responsable de un liderazgo más amplio» y de «la coordinación de los esfuerzos dirigidos al bienestar de los brasileños».