Un estudio evidencia que el confinamiento y el cierre de escuelas empeora la ansiedad y la depresión

Un estudio realizado en la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia (Estados Unidos) ha evidenciado una elevada prevalencia global tanto de la depresión como de la ansiedad durante la pandemia de COVID-19 y muestra cómo la aplicación de estrategias de mitigación, como el confinamiento del transporte público y de las escuelas, y los confinamientos, han empeorado estos trastornos.

«Nuestra investigación encontró una elevada prevalencia global de estos problemas de salud mental durante COVID-19 y también reveló que había una amplia variación en cada uno a nivel de región y país», explica João Castaldelli-Maia, autor principal de la investigación, que se ha publicado en la revista científica Psychological Medicine .

En particular, Asia presentó niveles más bajos tanto de ansiedad como de depresión, en comparación con las demás regiones del mundo. El confinamiento del transporte público aumentó los niveles de ansiedad, ya fuera dos semanas o cuatro semanas después de la promulgación del confinamiento, especialmente en Europa.

En total, se evaluaron 226.638 individuos en los 60 estudios incluidos. La prevalencia global tanto de la depresión como de la ansiedad durante la pandemia de COVID-19 fue del 24 por ciento y del 21 por ciento, respectivamente. Asia, con tasas del 18 por ciento para cada una, y China especialmente, tuvieron la menor prevalencia de ambos trastornos.

En cuanto al impacto de las estrategias de mitigación en la salud mental, ya sea el cierre del transporte público, escuelas, lugares de trabajo, la cancelación de eventos públicos o las restricciones de reunión, solo el cierre del transporte público aumentó la prevalencia de la ansiedad, especialmente en Europa.

Castaldelli-Maia y sus colegas encontraron una prevalencia global de ansiedad del 21 por ciento. Asia presentaba niveles más bajos de ansiedad (18 por ciento) en comparación con otras regiones del mundo (29 por ciento). En este caso, Europa no se diferenció de Asia ni de otras regiones del mundo. Una vez más, un análisis de subgrupos a nivel de país mostró que China tenía una menor prevalencia de ansiedad, con un 15,5 por ciento, en comparación con todos los demás países, con un 26 por ciento.

Dentro del subgrupo de países asiáticos, las estimaciones de prevalencia de la depresión oscilaban entre el 15 y el 20 por ciento. Al comparar la prevalencia de la depresión en las épocas anterior y posterior a COVID-19, las estimaciones, que oscilan entre el 1,3 por ciento y el 3,4 por ciento, son manifiestamente mayores tras el inicio de COVID-19.

La depresión se observó entre el 26 por ciento de la población en Europa, y entre el 39 por ciento en otras regiones del mundo no asiáticas. Un análisis más detallado mostró que China tenía una menor prevalencia de depresión, el 16 por ciento en comparación con el 29 por ciento en otros países.

Del mismo modo, la prevalencia de la ansiedad, como se informó en el subgrupo de países asiáticos, es mayor después de COVID-19. Las tasas de ansiedad antes de la COVID-19 oscilaban entre el 2,1 y el 4,1 por ciento, frente al 18 por ciento en el presente estudio. Se observa un aumento de la ansiedad en los países fuera de Asia y Europa (del 3 al 7 por ciento frente al 29 por ciento).

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