Cantabria confirma tres casos de la variante brasileña y controla a sus 90 contactos
La Dirección General de Salud Pública ha confirmado tres casos portadores de la variante brasileña (P.1) del coronavirus en Cantabria, que fueron detectados como sospechosos la semana pasada, y mantiene bajo control a los 90 contactos que suman los mismos.
Los tres casos confirmados son personas convivientes, que permanecen en aislamiento, según ha informado en nota de prensa la Consejería de Sanidad, que ha indicado que, en aplicación de un estricto protocolo de máxima contención, ha identificado y está realizando un «exhaustivo seguimiento» a los contactos de estos casos positivos, aunque por el momento todas las pruebas diagnósticas efectuadas a esas 90 personas han dado negativo para Covid-19.
El objetivo de este «despliegue», tal y como ha explicado el director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann, es doble, ya que, por un lado, se trata de «sofocar en inicio cualquier atisbo de brote en la región» y, por el otro, de investigar e identificar la «dimensión concreta» que pueden llegar a tener esos tres casos detectados inicialmente, en términos de casos secundarios.
A día de hoy, a falta de los resultados definitivos de la secuenciación del genoma viral completo, se ha confirmado «con un margen de error muy pequeño» (mediante secuenciación parcial) que los tres casos en los que se ha encontrado un vínculo epidemiológico con Brasil portan la variante brasileña del virus.
El caso índice dio positivo para Covid-19 el pasado 10 de marzo. Este caso no era importado. Sin embargo, Salud Pública detectó su estrecha relación con otra persona que sí había llegado recientemente desde Brasil, con PCR negativa de origen y test de antígenos negativo en el aeropuerto de Barajas.
La existencia de este vínculo epidemiológico hizo saltar «todas las alarmas» en Salud Pública. Por eso, se solicitó al Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (HUMV) la realización de las pruebas de laboratorio oportunas.
En un primer momento, se aplicó una técnica que permitía obtener algún dato en un tiempo corto (un par de horas) y se realizó un test encaminado a detectar la nueva mutación del Covid E484K (aparecida en varios lugares y variantes). Tras confirmar la presencia de esta mutación se activó el protocolo específico, aún en espera de resultados definitivo de secuenciación.
«Hemos puesto todo el empeño en realizar un seguimiento más exhaustivo, si cabe, de estos positivos», ha subrayado Wallmann, «aplicando un plan que en circunstancias normales no se hace, pero que en esta ocasión hemos considerado necesario para saber lo antes posible a qué nos enfrentamos».