Los huthis cifran en 44 los muertos en un centro de detención de migrantes en la capital de Yemen
Los huthis han confirmado este miércoles la muerte de cerca de 45 migrantes en el incendio registrado la semana pasada en un centro de detención en la capital de Yemen, Saná, después de que Naciones Unidas haya pedido una investigación independiente en torno al suceso.
El viceministro de Exteriores del Ejecutivo erigido por los huthis en el país, Husein al Ezi, ha detallado que el incidente se saldó con 44 muertos y 193 heridos, antes de asegurar que ya hay una investigación en marcha, según ha recogido la cadena de televisión yemení Al Masira.
Asimismo, ha expresado su pesar por lo sucedido y ha resaltado que las cifras de víctimas recogidas por los medios internacionales fueron exageradas para dañar a los rebeldes. Fuentes citadas por la agencia alemana de noticias DPA indicaron la semana pasada que 80 personas habían perecido a causa de las llamas.
El enviado especial de Naciones Unidas para Yemen, Martin Griffiths, recalcó el martes que «debe haber una investigación independiente sobre las causas» del suceso y agregó que todas las personas que se encuentran en Yemen, «independientemente de su nacionalidad», se merecen la misma protección.
La ONG Human Rights Watch (HRW) ha investigado lo ocurrido el 7 de marzo y ha concluido, a partir de entrevistas realizadas a los propios afectados, que el incendio derivó de una actuación de los rebeldes, que controlan la capital yemení desde finales de 2014 tras alzarse en armas contra el Gobierno de Abdo Rabbu Mansur Hadi.
Por otra parte, Al Ezi ha rechazado los llamamiento de Naciones Unidas a los huthis para un alto el fuego y ha resaltado que es necesario que esta petición se traslade igualmente al Ejército de Yemen y a la coalición internacional que lidera Arabia Saudí.
«Se han lanzado todo tipo de guerra y cerco contra el pueblo yemení», ha denunciado, antes de decir que «la ONU estuvo en silencio ante ello». «La guerra en Yemen es una agresión externa apoyada por mercenarios en el país, no una guerra civil», ha sostenido.
En este sentido, ha descartado igualmente la visión de que los bombardeos de la coalición lleguen en respuesta a los ataques con drones de los huthis contra territorio saudí y ha argumentado que estos últimos son la respuesta a la intervención internacional en el conflicto.
El conflicto ha sufrido un recrudecimiento en varios frentes durante los últimos meses, pese a los esfuerzos internacionales de mediación, en una guerra que ha provocado la que es la mayor crisis humanitaria mundial. Actualmente, casi el 80 por ciento de la población, unos 24 millones de personas, necesitan asistencia en el país, donde hay más de 20 millones en inseguridad alimentaria.
RIAD CRITICA EL ASALTO EN ADÉN
En otro orden de cosas, el Gobierno de Arabia Saudí ha criticado el asalto perpetrado el martes contra el Palacio Presidencial en Adén (sur) por parte de decenas de manifestantes, en el marco de una protesta contra la crisis económica en el país.
El Ministerio de Exteriores saudí ha trasladado su apoyo al Gobierno reconocido internacionalmente y ha incidido en «la importancia de darle una oportunidad de servir al pueblo yemení ante las difíciles condiciones a nivel humanitario y económico», según ha informado la cadena de televisión saudí Al Arabiya.
Asimismo, ha pedido a las partes firmantes del Acuerdo de Riad, a raíz del cual surgió el nuevo Ejecutivo a finales de 2020, que completen la aplicación de sus cláusulas, al tiempo que ha indicado que el pacto «es una garantía para unificar las filas de los espectros del pueblo yemení».
Fuentes locales citadas por la cadena de televisión qatarí Al Yazira indicaron que los manifestantes, entre los que hay miembros de las fuerzas de seguridad que no han recibido salarios desde hace meses, no encontraron resistencia por parte de las fuerzas del Consejo Nacional de Transición (CNT).
La seguridad del interior del palacio está en manos de fuerzas saudíes, si bien el exterior y los alrededores depende del CNT, que aglutina a separatistas suryemeníes y que cuenta con el apoyo de Emiratos Árabes Unidos (EAU). Riad y Abú Dabi son parte de la coalición internacional frente a los huthis.
El Gobierno yemení, formado en diciembre tras un acuerdo entre las autoridades y el CNT, llegó a Adén a finales de diciembre desde Arabia Saudí. Minutos después del aterrizaje del avión estalló una bomba en el aeropuerto que dejó al menos 25 muertos, suceso achacado a los huthis, que se distanciaron de lo sucedido.
El Ejecutivo reconocido internacionalmente tiene su sede en Adén desde que los rebeldes huthis se apoderaron de la capital, Saná, a finales de 2014. Sin embargo, el presidente, Abdo Rabbu Mansur Hadi, lleva sus asuntos entre Adén y Riad, mientras Arabia Saudí lidera una coalición internacional para derrotar a los insurgentes.