El Gobierno defiende que el cese del exJemad por saltarse el turno de vacunación no impide que asuma otras funciones

La ministra portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha defendido este martes que el cese del general Miguel Ángel Villarroya como Jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad) como consecuencia de la polémica por el proceso de vacunación no implica que no pueda asumir otras funciones que sean «importantes» para las Fuerzas Armadas.

Montero ha respondido así en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros sobre la decisión de la ministra de Defensa, Margarita Robles, de nombrar al general Villarroya consejero de Defensa en la Misión Observadora Permanente de España ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) y asesor para Asuntos de Seguridad Hemisférica.

Se trata de un puesto que tiene residencia en Washington y ha sido concedido por la ministra al anterior Jemad, ya en la reserva tras su dimisión hace casi dos meses después de hacerse público que tanto él como numerosos cargos del Estado Mayor de la Defensa habían recibido la vacuna del coronavirus.

Montero ha recordado que la propia Robles hio público su agradecimiento a la carrera militar desarrollada por el general Villarroya durante sus más de 40 años de servicio y dijo le «honraba» haber presentado la dimisión.

«El hecho de retirar su confianza como Jemad después de la vacunación no implica, ni mucho menos, que esta persona no esté capacitada para desarrollar otras tareas que pueden ser importantes para la buena marcha de Ejército», ha apuntado Montero, que en cualquier caso se ha remitido al Ministerio de Defensa reconociendo que desconoce el proceso de reparto de puestos entre los miembros de las Fuerzas Armadas.

En una comparecencia en el Congreso la pasada semana, Robles aseguró que el general Villarroya había dictado su propia instrucción de vacunación dentro del EMAD sin haberla informado a ella ni a la subsecretaria de Defensa, Amparo Valcarce, responsable política del proceso de vacunación.

En esa orden, el Jemad daba instrucciones para la vacunación de un total de 370 personas dentro del EMAD, empezando por él mismo, asumiendo competencias «que no le correspondían» y con criterios distintos a los fijados por las autoridades sanitarias y los responsables del Ministerio de Defensa, según denunció Robles.