Cvirus.- Cantabria retrasará el toque de queda a las 23.00 horas y la hostelería podrá cerrar a las 22.30
El cierre perimetral se prorroga y del 26 de marzo al 9 de abril se restringe a cuatro el número personas reunidas en espacios cerrados
El Gobierno de Cantabria retrasará el toque de queda de las 22.00 a las 23.00 horas a partir del próximo miércoles, 17 de marzo, fecha en la que terminaba la vigencia de esta medida de restricción de la movilidad nocturna.
Esta flexibilización irá ligada al horario de apertura de los establecimientos hosteleros, que también se ampliará hasta las 22.30 horas, no pudiendo admitir nuevos clientes a partir de las 22.00. Estas dos medidas estarán en vigor desde el 17 de marzo hasta el 9 de abril.
Por otro lado, a partir del próximo miércoles también se prorrogará el cierre perimetral de Cantabria en base a lo acordado ayer en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud de mantener cerradas las comunidades de cara a Semana Santa -excepto Baleares y Canarias-, una decisión que será «de obligado cumplimiento» para todas ellas.
Asimismo, se prorrogará la medida que afecta a la limitación del número de personas en las reuniones, pero habrá dos periodos diferenciados, de modo que del 17 al 25 de marzo se mantendrá el máximo permitido en los grupos de seis personas y, después, del 26 al 9 de abril, se restringirá a cuatro personas en espacios cerrados, seis en espacios abiertos y solo convivientes en lugares privados.
Además, Sanidad recomienda que en las reuniones no se junten personas pertenecientes a más de dos núcleos de convivencia.
Estas medidas han sido anunciadas este jueves en rueda de prensa por el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, que propondrá estas modificaciones que tendrán que aplicarse por decreto del presidente -salvo la que afecta a la hostelería, que es competencia de su área-.
Rodríguez, que ha estado acompañado por el director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann, ha preferido optar por una flexibilización de medidas «prudente», ya que es «pesimista» y ha alertado de que su relajación puede suponer un aumento de los contagios. De hecho, se ha referido a un estudio que señala que el no usar mascarilla y la actividad hostelera están «relacionadas claramente con el aumento de casos».
LA PANDEMIA DESCIENDE «MUY LENTAMENTE»
En la misma línea, Wallmann ha explicado que la pandemia en Cantabria, tras 18 días en el nivel de alerta sanitaria 2, sigue descendiendo pero «muy lentamente». «Estamos entrando en una especie de meseta» y se están «estabilizando» los datos, ha advertido, recordando que el objetivo es bajar al nivel 1.
Para ello, la incidencia acumulada a los 14 días tendría que reducirse a la mitad, por debajo de 50 casos por cada 100.000 habitantes, cuando actualmente está en 97. En este sentido, ha apelado a «mantener la guardia» porque en el nivel actual, y más con las nuevas flexibilizaciones, «puede haber fácilmente eventos disparadores».
No obstante, ha indicado que los contagios están descendiendo en todas las áreas sanitarias, incluso en la de Torrelavega, que hace dos semanas tenia una incidencia «relativamente alta» y ahora es de 122 casos, por lo que se está «consolidando». Por su parte, Santander tiene una incidencia de 92 casos y Reinosa de 50.
Asimismo, la situación está «controlada» en todos los municipios de más de 5.000 habitantes y a Sanidad, por ahora, no le preocupa «ninguno» especialmente.
DOS BROTES
En cuanto a los centros residenciales, quedan en Cantabria dos brotes, el más importante en el Fernando Arce de Torrelavega, que afecta a 16 personas, cinco de ellos trabajadores y 11 usuarios. Entre estos últimos hay cuatro hospitalizados, mientras que el resto no presentan síntomas o son leves.
El brote se ha controlado con un cribado completo de la instalación, que alberga a personas con discapacidad, y se realizará otro este viernes para confirmar que no hay nuevos casos.
El otro brote se da en la residencia de mayores Virgen del Pilar de Santa María de Cayón, que según los datos del Instituto Cántabro de Servicios Sociales tiene cuatro casos activos, dos de ellos en residentes y otros dos en empleados.
En este centro también se ha realizado un cribado con pruebas a 118 usuarios y no se ha detectado ningún caso nuevo, por lo que, al igual que el del Fernando Arce, este brote también se considera «controlado», según ha dicho el director general de Salud Pública.