El Senado da su visto bueno a la Ley de nueva normalidad durante la pandemia de COVID-19
El Senado ha aprobado este miércoles, con 145 votos a favor, 91 en contra y 19 abstenciones, el Proyecto de Ley de medidas urgentes de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19 que provenía del Congreso de los Diputados, conocido como el decreto de la nueva normalidad .
Las enmiendas del PP han sido rechazadas, lo que ha motivado las críticas del senador popular Antonio Alarcó. «En la primera Ley sanitaria de esta legislatura resulta que ninguna de las enmiendas del partido mayoritario de la oposición han sido apoyadas. Todas estaban encaminadas a mejorar la salud y prevención de todos los españoles. Me produce tremenda tristeza. Me ha dolido muchísimo. Meten ideología en la Ley, pero hay que hacer política sanitaria», ha argumentado.
En contraste, el senador socialista Manuel Ángel Fernández Palomino ha destacado que este norma «era y es necesaria para afrontar la pandemia». «Es muy complicado adaptar una legislación, pero estos meses han servido para certificar que fue y es una buena norma para dar respuesta a una situación cambiante», ha defendido.
Entre las medidas contempladas en el texto, se mantiene la obligación para las personas, a partir de los seis años, de usar mascarilla en la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público o que se encuentre abierto al público, siempre que no resulte posible garantizar el mantenimiento de una distancia de seguridad interpersonal de, al menos, 1,5 metros.
En relación a los fabricantes y los titulares de autorizaciones de comercialización de aquellos medicamentos considerados esenciales en la gestión de la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19, el texto recoge que deberán comunicar a la Dirección de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) el stock disponible, la cantidad suministrada en la última semana y la previsión de liberación y recepción de lotes de los mismos, incluyendo las fechas y cantidades estimadas.
Además, incluye que las administraciones competentes velarán por garantizar la suficiente disponibilidad de profesionales sanitarios con capacidad de reorganización de los mismos de acuerdo con las prioridades en cada momento. Asimismo, alude a la garantía de un número suficiente de profesionales involucrados en la prevención y control de la enfermedad, su diagnóstico temprano, la atención a los casos y la vigilancia epidemiológica.