Investigadores españoles diseñan un dispositivo que administra fármacos sin agujas y que podría ser muy útil en diabetes
Médicos e ingenieros españoles han diseñado Medicsen Smartpatch , un parche que funciona como dispositivo de administración de fármacos wearable y sin agujas, inicialmente indicado para personas diabéticas, que utilizan agujas subcutáneas diariamente, pero que podría adaptarse también a otro tipo de pacientes y enfermedades, por lo que se presenta como «alternativa indolora para la gestión de enfermedades crónicas».
Así, el proyecto ha llegado a la semifinal europea de los Premios Fundación MAPFRE a la Innovación Social. En concreto, las ondas inocuas de este dispositivo aumentan el tamaño de los poros naturales de la piel, permitiendo la entrada de macromoléculas de hasta 2000KDa. Indoloro y seguro, los poros se cierran cuando el dispositivo se detiene. Además, el dispositivo, automatizado a través de un software predictivo, calcula las necesidades de insulina que necesita el paciente, aporta consejos de estilo de vida y soluciona dudas, como si puede o no tomar un zumo en 30 minutos.
Las inyecciones de insulina son actualmente uno de los tratamientos más utilizados en pacientes con diabetes pero, tal y como recuerdan los creadores del dispositivo, la mayoría de ellos reconoce estar insatisfecho y demanda nuevos métodos.
«Nuestro dispositivo podría representar un cambio significativo en la vida de millones de pacientes. Las ventajas son innumerables: es estandarizable a múltiples fármacos y patologías, adaptable a todo tipo de piel y capaz de entregar automáticamente la cantidad correcta de fármaco en el momento adecuado sin interacción del usuario, reduciendo los errores en los cálculos», afirma uno de los creadores, Eduardo Jorgensen.
Actualmente, Medicsen Smartpatch , que cuenta con un equipo de 19 personas que ha recorrido diferentes países para lograr financiación, se encuentra en fase de desarrollo, pero esperan estar en el mercado dentro de dos años. «Estamos completando los estudios en animales para empezar en humanos a finales de 2021, y nuestra previsión es poder comercializarlo en Europa en 2023 y llegar a USA en 2025», afirma Jorgensen.
La innovación ha sido seleccionada entre más de 300 iniciativas, un 28 por ciento más que el año anterior, procedentes de 10 países. El próximo 17 de marzo, el jurado designado para la semifinal europea de estos premios elegirá a los tres finalistas europeos (uno por categoría) que participarán en la final que tendrá lugar en mayo.