Los pacientes con enfermedad renal crónica afectados por Covid presentan una peor evolución
En el marco del Día Mundial del Riñón, que se celebra el próximo jueves, los especialistas advierten de una peor evolución de la infección por SARS-CoV-2 en pacientes con Enfermedad Renal Crónica (ERC), debido a que la prevalencia de deterioro del estado nutricional previa es muy elevada en estos pacientes.
Según el Estudio Multicéntrico Epidemiológico de Malnutrición-Inflamación (mediante escala MIS) en pacientes en Diálisis en España (EMID), realizado entre 2.937 pacientes en diálisis, 2.874 pacientes en hemodiálisis (HD) y 189 en diálisis peritoneal (DP) de centros españoles, la mitad (50,7%) de los pacientes en hemodiálisis padece desnutrición moderada, severa o extrema.
En el caso de los pacientes renales en DP, la desnutrición alcanza al 33 por ciento; y además solo un 12,4 por ciento de pacientes en HD y 6,3 por ciento en DP recibe suplementación nutricional oral. En palabras de ls jefa de Servicio de Nefrología en el Hospital Universitario de La Princesa, la doctora Guillermina Barril, «si el paciente con ERC tiene facilidad para desarrollar desgaste proteico energético, más acentuado a medida que progresa la enfermedad renal crónica (estadios 3b, 4 y 5), cualquier proceso infeccioso y/o inflamatorio añadido a la fragilidad que presentan los hace más proclives a aumentar la que ya tenían o a desarrollarla».
A esto hay que añadir que, posteriormente, el proceso inflamatorio va a agravar aún más la desnutrición, y cuando la cascada inflamatoria se desencadena, puede predisponer al desarrollo de desgaste proteico energético (DPE), favorecido por la inactividad física.
Por todo ello, dentro del cuidado integral del paciente con ERC e infección por SARS-CoV-2, el diagnóstico de desnutrición y la implantación de forma precoz de pautas de intervención nutricional debe integrarse en la estrategia terapéutica global, con el objetivo de reducir las complicaciones de la enfermedad y facilitar la recuperación del paciente.
«Si la valoración del estado nutricional es clave en los pacientes renales para prevenir el desgaste proteico energético que lleva a una pérdida de masa muscular y grasa, mucho más cuando nos enfrentamos a un paciente que puede estar ya desnutrido y que presenta un proceso agudo infeccioso de este calibre», explica la doctora Barril.
Desde que comenzó la pandemia, los especialistas han visto que un 30 por ciento de pacientes con infección por SARS-CoV-2 pueden desarrollar fracaso renal agudo (FRA), lo cual constituye un factor de riesgo independiente para la mortalidad hospitalaria. Además, el paciente renal en hemodiálisis en hospital presenta un alto grado de exposición al contagio, ya que acude periódicamente al hospital.
Según la Sociedad Española de Nefrología (SEN), un 33 por ciento de enfermos renales con infección por SARS-CoV-2 en España eran trasplantados renales y más del 90 por ciento de ellos necesitaron ingreso hospitalario por neumonía, con una mortalidad aproximada del 18-20 por ciento.
Ante este escenario, la doctora Barril incide en que «lo fundamental es establecer un programa de monitorización del estado de nutrición con las herramientas que tengamos, ya que lo no se mide se puede detectar tarde, y cuanto antes se detecte más fácil revertirlo».
INTERVENCIÓN NUTRICIONAL EN EL PACIENTE DE ERC CON COVID-19
Recientemente, un grupo de profesionales de la SEN, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica (SEDEN) y la Academia Española de Nutrición y Dietética (AEDN), junto con la Federación Nacional de Asociaciones para la Lucha Contra las Enfermedades del Riñón (ALCER) y la colaboración de Nutricia, han elaborado un documento de consenso multidisciplinar basándose en las recomendaciones nacionales e internacionales en el área de la nutrición y procesos inflamatorios agudos, aplicándolo al paciente con ERC, diálisis y trasplante con el objetivo aportar a los profesionales sanitarios unas recomendaciones útiles en el manejo integral de los pacientes con ERC afectados por la pandemia.
Los facultativos indican que los trastornos nutricionales en pacientes de ERC con COVID-19 deben manejarse de manera sistémica y urgente, teniendo en cuenta que la respuesta inmune se debilita por una nutrición inadecuada. Es necesaria una ingesta adecuada de proteínas y calorías, a la vez que vitaminas y nutrientes debido a sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
En los casos más graves, los especialistas recomiendan la suplementación nutricional enteral. Se trata de productos de consistencia líquida, por lo que son de fácil ingestión en los pacientes con dificultades respiratorias. Además, su alta concentración en proteínas permite alcanzar los requisitos nutricionales tan elevados que presentan estos pacientes. La nutrición parenteral se plantea como tratamiento conjunto con la suplementación cuando no se alcanzan los requerimientos calóricos y proteicos por la vía digestiva.
«Dada la posibilidad de trasmisión, tenemos la dificultad de que muchas de las herramientas habituales diagnósticas en estos pacientes no se pueden utilizar, pero tenemos escalas de screening y algo tan sencillo como la pérdida de peso, la disminución del apetito y la dinamometría», explica la doctora Barril.
Una vez que acabe el proceso, continúa, ya se puede hacer una valoración completa para ver los cambios en el estado de nutrición. «Generalmente, en estados graves, vemos pérdida de masa muscular y masa grasa; en ocasiones, si ha estado inmovilizado mucho tiempo, hay disminución de la funcionalidad sobre la que hay que actuar», matiza. Así, prosigue, ello va a depender de tres factores: el estado nutricional previo a la infección por SARS-CoV-2, el estadio de ERC, hemodiálisis o DP y/o trasplantado, y por último, el grado de afectación por el virus», finaliza la doctora Barril.
HERRAMIENTAS DE EDUCACIÓN NUTRICIONAL PARA LOS PACIENTES CON ERC
Asimismo, los expertos también señalan la importancia de la creación de herramientas de educación dietética como material de apoyo para que el profesional sanitario pueda explicar al paciente, de forma sencilla y rápida, el tratamiento dietético que tiene que llevar a cabo según el estadio de la ERC y la fase de afectación por SARS-CoV-2 o post- SARS-CoV-2 en la que se encuentre.
En este sentido, Nutricia ha creado una guía avalada por la SEN, SEEN, SEDEN, AEDN y ALCER, que ha sido diseñada según las recomendaciones nutricionales y dietéticas que aparecen reseñadas en el Documento Consenso Multidisciplinar de Nutrición en ERC e infección por SARS-CoV-2. Esta herramienta consta de dos partes diferenciadas: por un lado, un apartado con planes de alimentación, y un segundo bloque con recomendaciones dietéticas.