El Supremo de Chad acepta la candidatura de Déby y otros nueve aspirantes a las presidenciales de abril
Rechaza la de Dillo, quien la semana pasada denunció un «ataque» de las fuerzas de seguridad contra su casa
El Tribunal Supremo de Chad ha anunciado la aceptación de diez de las 17 candidaturas presentadas de cara a las presidenciales de abril, incluida la del mandatario, Idriss Déby, y ha confirmado la eliminación de la carrera del opositor Yaya Dillo, quien la semana pasada denunció un «ataque» de las fuerzas de seguridad contra su vivienda.
El tribunal ha resaltado que, junto a la de Déby, han sido aceptadas las candidaturas de Saleh Kebzabo –quien la semana pasada anunció que se retiraba del proceso–, el ex primer ministro Pahimi Padacket Albert, Roumadoumngar Félix Nialbé, Theophile Yombombe Madjitoloum, Teophile Bongoro Bebzoune, Lydie Beassoumda, Ngarledjy Koji-Yorongar Le Moiban, Alladoum Baltazar Djarma y Mbaimon Guedmbaye Brice.
Kebzabo, quien la semana pasada anunció que retiraba su candidatura tras la muerte de dos familiares de Dillo en los incidentes en su vivienda –que el Gobierno enmarcó en un enfrentamiento después de que el opositor se resistiera a su arresto por subversión–, ha criticado la inclusión de su nombre entre los candidatos.
«La carta de retiro de mi candidatura fue recibida alrededor de las 14.00 horas por el secretario, que se la entregó al presidente del Supremo», ha dicho en su cuenta, antes de denunciar que «se negó a emitir un recibo, por obligatorio que fuera». «Mi nombre en la lista es nulo», ha subrayado.
Así, ha reiterado que «no piensa participar en esta farsa electoral» y ha criticado que la lista de candidatos debía ser publicada el 9 de marzo. «¿Cómo puede el tribunal publicar la lista antes del 9 de marzo, que es la fecha oficial del calendario de la comisión electoral?», se ha preguntado.
«Este asunto irá lejos, incluso en el exterior», ha avanzado el opositor, quien ha pedido además boicotear las elecciones. «La opinión pública juzgará: este es el primer acto de un tribunal para gestionar las elecciones. Ha comenzado con una falsificación», ha zanjado.
En el caso de la candidatura de Dillo, el Supremo ha argumentado que el Frente Nuevo para el Cambio (FNC), el partido al que pertenece, no ha sido constituido de forma legal, por lo que no puede aceptar que concurra a las elecciones, según ha recogido el portal chadiano de noticias Alwihda.
«No figura en la lista de agrupaciones de partidos políticos legalmente constituidos enviada por el Ministerio de Administración de Territorio y Colectividades Autónomas», ha señalado, al tiempo que ha apuntado a que la partida de nacimiento de Dillo no concuerda con la legislación en el país.
El tribunal ha rechazado además la candidatura de Assyongar Succes Masra argumentando que el partido Los Transformadores tampoco ha sido constituido legalmente, mientras que el propio Masra no ha cumplido aún 40 años, fecha mínima contemplada por la Constitución para presentarse a un cargo público.
Por otra parte, han sido rechazadas las candidaturas de Saad Saleh Daoud, Mahamat Nour Moustabachir, Mahamat Abdoulkader Baba Lade y Mahmoud Ali, mientras que Yorongar y Bongoro, quienes sí figuran, han anunciado ya que se retiran junto a Kebzabo.
AUMENTO DE LAS TENSIONES
El clima político en Chad se ha tensado tras los incidentes en la vivienda de Dillo, un antiguo líder rebelde y, en un momento puntual, aliado de Déby. Dillo dijo que el mandatario quiere matarle para impedir que se presente a los comicios.
Por su parte, el portavoz del Ejecutivo, Cherif Mahamat Zene, acusó a Dillo de instigar «una rebelión armada», así como de perpetrar «un intento bien planificado de desestabilizar el Estado». Asimismo, el ministro de Exteriores chadiano, Amine Abba Sidick, apuntó también a esta tesis y dijo que Dillo quería presentarse a las elecciones para escapar de la Justicia.
Déby anunció a principios de febrero que se presentaría a un sexto mandato en el país, que gobierna desde 1990, en medio de protestas en Yamena para pedir su salida del poder. El presidente llegó al poder por las armas con el apoyo de Francia tras derrocar al dictador Hissène Habré, y fue elegido presidente en los primeros comicios pluralistas en 1996.
Desde entonces, siempre ha sido elegido en la primera vuelta, a pesar de haber sido acusado en numerosas ocasiones por la oposición de perpetrar fraude electoral. El presidente es considerado como un actor instrumental en el tablero político africano, aliado crucial en la lucha contra los yihadistas en el Sahel.