AI denuncia crímenes de guerra cometidos bajo el pretexto de la lucha contra el terrorismo en Mozambique

La ONG Amnistía Internacional (AI) ha denunciado este martes los cientos de civiles asesinados de manera indiscriminada y los crímenes de guerra que se están cometiendo en el norte de Mozambique, con motivo de la lucha contra el terrorismo, por parte de todos los actores armados que participan en un conflicto cuya intensidad se ha visto agravada desde principios de 2020.

Así, en su informe Lo que vi es la muerte: crímenes de guerra en el Cabo olvidado de Mozambique , Amnistía relata decenas de episodios en los que tanto el grupo armado popularmente conocido como Al Shabaab como las fuerzas del Estado y la empresa de mercenarios Dyck Advisory Group (DAG) son responsables de violaciones del derecho internacional humanitario.

Según explica la ONG, estos tres actores son partícipes activos de numerosos crímenes de guerra, provocando la muerte de cientos de civiles durante un conflicto que ha dejado ya cientos de miles de desplazados.

«La gente de Cabo Delgado está atrapada entre las fuerzas de seguridad de Mozambique, la milicia privada que lucha junto al Gobierno y el grupo armado de oposición conocido localmente como Al Shabaab», cuenta el director regional de AI para África Oriental y Meridional, Deprose Muchena.

«Ninguno respeta el derecho a la vida ni las reglas de la guerra. Los tres han cometido crímenes de guerra, causando la muerte de cientos de civiles. La comunidad internacional no ha abordado esta crisis, pese a que se ha convertido en un conflicto armado en toda regla en los últimos tres años», ha denunciado.

Amnistía ha fundamentado su informe con casi 80 entrevistas realizadas a desplazados de una quincena de regiones del norte del país, así como a trabajadores humanitarios, periodistas, organizaciones internacionales y observadores de Derechos Humanos. De igual forma ha tenido acceso a imágenes por satélite, fotografías e información médica y forense de muchos de estos crímenes.

«Hacemos un llamamiento a todas las partes del conflicto para que dejen de atacar de inmediato a civiles y para que el Gobierno de Mozambique investigue urgentemente los crímenes de guerra que hemos descubierto», ha demandado Muchena

ATROCIDADES DE AL SHABAAB

Amnistía ha documentado en su informe varios ataques en los que Al Shabaab –sin relación con el grupo homónimo que opera en Somalia– «mató deliberadamente a civiles, quemaron pueblos y ciudades y cometieron atroces actos de violencia con machetes, incluidas numerosas decapitaciones y profanación de cadáveres».

A finales de marzo de 2020 el distrito de Quissanga, en Cabo Delgado, fue atacado por Al Shabaab. La ONG cuenta con cerca de una veintena de testigos que relataron «asesinatos sumarios, palizas y saqueos», así como secuestros de menores. En el caso de los niños para que trabajen como soldados, mientras que en el caso de las muchachas, estas son utilizadas como esclavas sexuales.

VIOLENCIA GUBERNAMENTAL

El monopolio de la violencia no es exclusivo de los grupos armados, tal y como cuenta Amnistía, que señala directamente a las fuerzas gubernamentales como responsables de muchos de estos crímenes de guerra que padece la población del norte del país, inmersa en un conflicto que dura ya tres años.

Con el pretexto de colaborar o apoyar a Al Shabaab, el Ejército y la Policía han cometido ejecuciones extrajudiciales, torturas, malos tratos, e incluso mutilaciones. En la mayoría de los casos, las víctimas mortales de estas violaciones acaban en fosas comunes.

Amnistía también ha denunciado la violencia sexual que sufren las mujeres que son apresadas por los agentes de las fuerzas gubernamentales. En concreto, el documento hace referencia a un episodio ocurrido en febrero, cuando un grupo de soldados llevaron a una base militar a un grupo de mujeres para violarlas.

A su vez, la ONG denuncia que las fuerzas del Gobierno de Mozambique no sólo han cometido violaciones contra la población civil, sino que se ha mostrado ineficaz en la lucha contra Al Shabaab.

LOS MERCENARIOS DEL DAG

Dyck Advisory Group, una empresa de contratistas militares con base en Sudáfrica, fue contratada por el Gobierno mozambiqueño después de que Al Shabaab infligiera varias derrotas al Ejército. Sin embargo, las ofensivas que han llevado a cabo desde entonces se han cometido a discreción sin distinguir entre la población civil y este grupo armado.

Amnistía se hace eco de las declaraciones de más de medio centenar de testigos que afirman que los integrantes del DAG arrojan granadas y disparan desde sus helicópteros «de forma indiscriminada contra multitudes de personas», además de atacar «repetidamente» contra hospitales, escuelas y hogares.

Entre los testimonios, Amnistía recoge el de una mujer que relata como en junio de 2020, en la ciudad de Mocimboa da Praia, helicópteros del DAG «dispararon contra todo y contra todos», destruyeron incluso un hospital porque «la mayoría de los terroristas» se habían escondido en él.

«Los testimonios que hemos reunido revelan un patrón de repeticiones e imprudencias por parte de Dyck Advisory Group», denuncia Muchena, quien ha exigido a la empresa «rendir cuentas de sus acciones», pues «han violado claramente el derecho internacional humanitario».

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