El Cabildo de Santander estrena ascensor, que salva un desnivel de 16 metros
El barrio de El Cabildo de Santander ha estrenado este jueves el ascensor y la pasarela peatonal entre Jesús de Monasterio y la calle Alta, actuación que ha supuesto una inversión municipal de 1,48 millones de euros.
El ascensor salva un desnivel de 16 metros y una distancia horizontal de 55 metros, tiene capacidad para 21 personas en tres paradas, con embarque inferior desde la acera este del túnel, intermedio desde el extremo de la calle Fernandez de Isla, y superior desde la nueva pasarela.
La alcaldesa Gema Igual y el concejal de Fomento, César Díaz, han compartido con los vecinos de la zona la inauguración de esta nueva conexión peatonal que favorece la movilidad sostenible, mejora la calidad de vida de los ciudadanos y pone en valor la historia de la ciudad, con la recuperación del espacio que ocupaba la casa de recogidas de Santa María de Egipciaca, han destacado.
Según Igual, además de singular, esta actuación es «muy importante», por el desnivel que salva el ascensor, retranqueado 10 metros hacia dentro de la boca del túnel y una pasarela hasta el parque Juan José Ruano, donde también se ha realizado un parque infantil «inclusivo», se ha rehabilitado la zona verde, se ha mejorado la iluminación y se ha incorporado mobiliario urbano de diseño, que da un aspecto «muy elegante» a la zona, ha explicado.
En este sentido, la alcaldesa ha destacado el impulso que está dando el Ayuntamiento a la zona de El Cabildo, donde se encuentran ubicados el Espacio Joven y la sede de la Sociedad de Vivienda y Suelo; se están construyendo 66 VPO (Viviendas de Protección Oficial), y comenzarán próximamente las obras del albergue de peregrinos en la calle Limón.
También ha subrayado que toda la zona donde se ha desarrollado la actuación se encuentra videovigilada y ha avanzado que en el túnel del Pasaje de Peña se llevará a cabo una iniciativa de la Concejalía de Juventud para sustituir los 73 paneles actuales -con dibujos escolares ya muy deteriorados- con fotografías de Santander de noche y de día realizadas por el colectivo de instangrames @IgersCantabria.
«Seguimos invirtiendo y mejorando la ciudad, cambiando los usos y facilitando los desplazamientos de las personas de un barrio a otro», ha remachado, recalcando que con esta nueva conexión peatonal ya son 15 las que están en funcionamiento en Santander y han supuesto una inversión global de 26,3 millones de euros.
«Supone un gran beneficio para toda la población en general, y sobre todo para las personas de más edad o con mayores dificultades de movilidad», ha recalcado.
En cuanto a la conexión horizontal, tras atravesar la nueva pasarela se podrá optar por continuar, o bien por el nuevo acceso habilitado a El Cabildo, atravesando la actual plaza de Santa María de Egipciaca, o bien por las rampas que se encajan sobre la misma planta de las existentes y que desembarcan en la plaza de Juan José Ruano, en su confluencia con las calles Monte Caloca y Cobo de la Torre.
La pasarela que une el desembarco del ascensor con el estribo situado en la ladera de Juan José Ruano salva una longitud de casi 20 metros y tiene una anchura variable, de 3,30 metros en el elevador y de 4,75 metros en el estribo.
En Fernández de Isla se localiza el acceso intermedio al ascensor con una reorganización del espacio y nuevo mobiliario urbano, mientras que en el extremo oeste de la ladera se mantiene el acceso por escalera hasta conectar con las rampas que conectan con la Plaza de Juan José Ruano.
Dicha plaza cuenta un uso peatonal con acceso de vehículos restringido a usos especiales del Juzgado e incluye una pradera estancial en donde se ubica un área infantil de 400 metros cuadrados con juegos de integración y para todo el rango de edades.
SANTA MARÍA DE EGIPCIACA
Por su parte, César Díaz ha detallado que durante las obras se ha recuperado de uno de los muros de la casa de recogidas de Santa María de Egipciaca, así como una de las puertas de acceso, que se documentó con los arqueólogos y posteriormente se cubrió para garantizar su conservación.
Pero, además, se ha considerado relevante «dejar constancia del edificio como parte de la historia de Santander, que se detalla en un panel informativo, y se han marcado en el pavimento los límites de la casa de recogida para que los ciudadanos se puedan hacer una idea del volumen y del tamaño que tenía».
«Hemos querido dar a conocer esta historia poco conocida de la ciudad y ponerla en valor, así como la cerca perimetral del inmueble, con unos restos que permanecen en pie, para que el itinerario peatonal cobre aún más importancia», ha remachado Díaz.
El panel informativo situado junto al parque en la plaza Juan José Ruano incluye también fotografías sobre el antiguo edificio «que da una idea de cómo vivían las mujeres con escasos recursos, solteras, prostitutas o repudiadas, en esa casa, donde también realizaban distintas labores para contribuir al mantenimiento de la institución».
Posteriormente, el edificio se destinó a cárcel, aprovechando su arquitectura panóptica, y este uso se mantuvo hasta bien entrado el siglo XX, en que fue sustituido por la derribada Prisión Provincial.