González Laya aborda con su homólogo marroquí la cumbre bilateral aunque siguen sin fijar fecha
La ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya, ha abordado este miércoles con su homólogo marroquí, Nasser Bourita, la Reunión de Alto Nivel (RAN) prevista para el próximo 17 de diciembre que quedó aplazada aunque siguen sin fijar una fecha de celebración.
España y Marruecos tenían previsto celebrar una cumbre de alto nivel en Rabat el pasado 17 de diciembre que fue pospuesta tras haber constatado que la situación epidemiológica impedía celebrarla «con las garantías de seguridad sanitaria que se estiman convenientes por ambas delegaciones».
La Reunión de Alto Nivel, que se iba a celebrar junto a un foro empresarial, fue pospuesta entonces para el mes de febrero, sin que de momento se haya fijado una fecha concreta para su celebración.
Tras una conversación por videoconferencia entre los ministros de Exteriores de ambos países, el departamento que dirige Arancha González Laya ha recalcado que Marruecos es un «socio estratégico» de España y ha indicado que se sigue trabajando para preparar la futura cumbre bilateral «cuando la situación sanitaria haya mejorado».
En cualquier caso, en esta reunión se ha acordado impulsar la cooperación sectorial con ministros del ramo con vistas a la recuperación post-Covid-19, la Vecindad Sur de la UE, el diálogo 5+5 en el Mediterráneo Occidental y el diálogo sobre Libia y el Sahel, según ha informado Exteriores en su cuenta oficial de Twitter.
Esta cumbre bilateral con Marruecos se iba a celebrar justo después de que Rabat se anotara una importante victoria diplomática al anunciar Estados Unidos que reconoce la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental y con el telón de fondo de la posición del líder de Unidas Podemos, favorable a un referéndum de autodeterminación.
En la Reunión de Alto Nivel figuraban sobre la mesa asuntos de vital importancia para España como la gestión de la inmigración irregular llegada a Canarias desde la fachada atlántica africana –Marruecos incluido–, así como cuestiones como el refuerzo de las relaciones económicas, la presencia de las empresas de ambos lados del Estrecho o la transición ecológica, entre otras muchas.