Eritrea acusa al TPLF de planear un golpe de Estado y la invasión del país antes de la ofensiva de noviembre
Afewerki no se pronuncia sobre la posible participación de tropas eritreas en las hostilidades
El presidente de Eritrea, Isaias Afewerki, ha mostrado su preocupación por la situación en la región etíope de Tigray (norte) y ha denunciado que el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) se preparaba para dar un golpe de Estado en el país vecino y a invadir territorio eritreo antes de la ofensiva militar lanzada en noviembre por Adís Abeba.
Afewerki ha sostenido en una entrevista concedida a dos medios estatales eritreos que el TPLF, que gobernaba en Tigray antes de la ofensiva, «incrementó sus preparativos para la guerra», si bien ha destacado que «nadie imaginaba» que podía llegar a lanzar un asalto contra la base del Ejército etíope en la capital de la región, Mekelle.
El asalto, que se saldó con numerosas víctimas entre las tropas gubernamentales, llevó al primer ministro etíope, Abiy Ahmed, a lanzar el 4 de noviembre una ofensiva contra el grupo, tras meses de tensiones políticas.
En este sentido, el presidente eritreo ha indicado que la acción del TPLF fue «un fallo de cálculo» y ha agregado que el grupo «buscaba neutralizar el contingente, integrado por 32.000 militares, un tercio de ellos filiados al TPLF, derrocar al Gobierno federal y lanzar una invasión de Eritrea», según un resumen de la entrevista publicado por el ministro de Información eritreo, Yemane Meskel.
Afewerki ha apuntado además que este plan «se fundamentaba en la política de polarización étnica» del TPLF y ha rechazado pronunciarse sobre la posible participación de tropas eritreas en los combates, si bien ha dicho que la cooperación con Adís Abeba para mejorar la situación regional «no es una elección, sino una obligación».
El TPLF ha denunciado en numerosas ocasiones la implicación de Eritrea en el conflicto, algo rechazado por Adís Abeba y Asmara. En este sentido, Eritrea criticó a principios de febrero a la Unión Europea (UE) por su llamamiento a favor de la retirada de sus tropas del país, algo que tildó de falso, antes de pedir al bloque que «revise sus políticas» hacia Etiopía.
La escalada bélica ha sido la culminación de un pulso que comenzó con la llegada al poder de Abiy como primer oromo jefe de Gobierno. El TPLF fue el partido fuerte dentro de la coalición que gobernó Etiopía desde 1991, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), sustentada en las etnias.