Un estudio español busca averiguar qué ocurre en el cerebro cuando se pasa de hablar a escribir en un teclado
Una investigación pionera del Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL) pretende averiguar qué ocurre en nuestro cerebro cuando pasamos de explicar algo oralmente a escribirlo en un teclado, así como qué cambios se pueden llegar a producir en nuestra actividad cognitiva en este proceso.
El estudio está buscando un total de 35 supertecleadores o lo que es lo mismo, personas capaces de teclear sin mirar el teclado. Estos voluntarios deberán participar durante 3 horas en una prueba de resonancia magnética y tareas conductuales mediante la repetición y el tecleo de palabras.
«Buscamos personas diestras de entre 18 y 40 años, que tengan el castellano como idioma dominante y que sean capaces de teclear sin mirar al teclado», explica Svetlana Pinet, investigadora del BCBL que lidera el equipo del proyecto formado por Kepa Paz-Alonso, Clara Martin, y Mengxing Liu.
Las personas que quieran participar recibirán a cambio 30 euros y, mientras estén en vigor las medidas restrictivas de movilidad, deberán residir en Donostia, lugar en el que se desarrollan las pruebas. Las personas seleccionadas realizarán una prueba preliminar con un teclado cubierto con una caja para comprobar sus capacidades de tecleo.
Para poder realizar este estudio, el BCBL ha diseñado un teclado especial, sin ningún objeto metálico, de manera que pueda introducirse en la resonancia magnética. «Los participantes entran tumbados al escáner con el teclado en las piernas. Entonces vemos cómo se comportan en diferentes situaciones: hablando o escribiendo», añade la experta del BCBL.
Además, las personas que acudan al centro también realizarán tareas conductuales como escuchar una palabra y repetirla o ver una imagen y escribir lo que se muestra en ella. «Les mostramos por ejemplo una mariposa y tienen que teclear lo qué es. De esta forma obtenemos datos sobre su facilidad al redactar y medimos el tiempo que necesitan para empezar a hablar o a escribir», indica Svetlana Pinet.
En concreto, el estudio del BCBL espera encontrar diferencias entre estas acciones en diferentes regiones del sistema cognitivo como el cerebelo, el lóbulo temporal y el giro fusiforme, ubicadas en la corteza del cerebro, y especialmente en el área denominada corteza motora, que ocupa las funciones relacionadas con el movimiento de manos y el habla.
Los resultados obtenidos durante el estudio, que durará un año cuando finalicen las pruebas magnéticas y conductuales, servirán para entender mejor estas regiones y aportarán datos de valor que podrían contribuir al desarrollo de nuevos métodos educativos para aprender idiomas, por ejemplo. «Podremos adecuar la educación a cómo funciona nuestro cerebro y hacer métodos de aprendizaje mucho más eficaces», precisa la investigadora.
Además, el conocimiento generado podría ayudar a mejorar la rehabilitación de pacientes que han sufrido un ictus cerebral y que tienen que hacer frente a dificultades para hablar, así como a mejorar la eficacia de las cirugías de tumores cerebrales, al disponer de una información más precisa de qué regiones del cerebro son fundamentales para comunicarnos.
«Entender mejor estas regiones del cerebro es esencial para tener más datos con los que agilizar la rehabilitación de pacientes con dificultades cognitivas y saber qué zonas del órgano es necesario preservar al extirpar un tumor cerebral», concluye Svetlana Pinet.