Interior acerca a otros cinco presos de ETA, entre ellos uno del sector duro que se enfrentó a la izquierda abertzale
La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha comunicado este viernes el traslado de otros cinco presos de ETA con delitos de sangre, entre ellos Jon Kepa Preciado Izarra, uno de los presos que en 2016 se vinculó al sector duro de ATA (Amnistía Ta Askatasuna), el colectivo enfrentado a la estrategia marcada por la izquierda abertzale.
Preciado Izarra abandonará el Centro Penitenciario de Córdoba para ser trasladado al de Dueñas (Palencia). En 2016, este etarra hizo pública su ruptura con la izquierda abertzale oficial por su rechazo a la violencia «como arma revolucionaria», situándose en el colectivo ATA, que se muestra en favor de la amnistía de los reclusos etarras y que cuestiona la línea oficial de Sortu. «No cuentes conmigo para negar en Euskal Herria la violencia como arma revolucionaria», escribió en una carta.
Jon Kepa Preciado Izarra, alias Oier , ingresó en prisión en agosto de 2010 y cumple las tres cuartas partes de condena en mayo de 2029, según ha informado Instituciones Penitenciarias, que ha resuelto su progresión a segundo grado y traslado a la prisión palentina.
Fue condenado a 377 años de cárcel por intentar asesinar a la que fuera teniente de alcalde del municipio vizcaíno de Portugalete, Esther Cabezudo, entre otros atentados en los que colocó explosivos y coches-bomba, como el usado en el atentado contra la hacienda foral vizcaína y la sede de Antena 3 o en los baños de un hotel en Getxo.
TRASLADOS AL PAÍS VASCO
Entre los traslados hay directos al País Vasco, donde ya se encuentran el 17,5% de presos etarras, según datos recopilados por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT). El 42,4% está a menos de 200 kilómetros de sus domicilios y solo el 40% de los presos de la banda terrorista cumplen condena a una distancia mayor de los 200 kilómetros, después de los 168 traslados –correspondientes a 144 etarras– autorizados por el Gobierno de Pedro Sánchez, ahora condicionados en su ejecución a las medidas sanitarias por la Covid-19.
Este es el caso de Juan Carlos Subijana Izquierdo, que irá al Centro Penitenciario de Basauri (Bilbao), dejando el de León. Este etarra fue condenado en 2010 por la Audiencia Nacional como colaborador del atentado que acabó con la vida de Máximo Casado Carrera el 22 de octubre del año 2000.
Instituciones Penitenciarias ampara su traslado y progresión al segundo grado dentro de la Ley de Protección de Datos e informa que cumplirá las tres cuartas partes en abril de 2028. «Ha presentado escrito desvinculándose de la banda armada, en el que rechaza la violencia y reconoce el dolor causado. Acepta la legalidad penitenciaria y abona la responsabilidad civil», añade el organismo dependiente del Ministerio del Interior.
Agustín Almaraz Larrañaga deja el Centro Penitenciario Madrid VII (Estremera) para ir Zuera (Zaragoza), previa progresión al segundo grado. Fue condenado a 48 años de prisión por el asesinato de Emilio Castillo López de la Franca el 18 de marzo de 1993 en San Sebastián. También fue condenado a 29 de años de prisión por el asesinato de Ángel María González Sabino el 2 de junio de 1993 en San Sebastián y a 30 años de prisión por el atentado el 13 de enero de 1995 en Bilbao que acabó con la vida de Rafael Leiva Loro y Domingo Durán.
Otro de los etarras que irá al País Vasco será Gorka Loran Lafourcade, que deja Dueñas (Palencia) por la prisión de Zaballa (Álava). Fue condenado a 2775 años de prisión por los 28 kilos de dinamita que colocaron en el Intercity Madrid-Irún en la Nochebuena de 2003, según recuerda la AVT.
Víctor Franco Martínez, por último, será trasladado desde el Centro Penitenciario Madrid VII (Estremera) al de Logroño. Fue condenado a 22 años de prisión por el ataque con cócteles molotov a una patrulla de la Ertzaintza en Portugalete (Vizcaya) el 5 de agosto de 2001. Él y otros cinco terroristas produjeron quemaduras graves a los dos agentes de la policía autonómica vasca.