HRW denuncia la detención del bloguero Otabek Sattoriy en Uzbekistán por un «dudoso» caso de extorsión
La ONG Human Rights Watch (HRW) ha denunciado la detención del bloguero Otabek Sattoriy en Uzbekistán por un «dudoso» caso de extorsión presentado por las autoridades locales de la región sureste del país.
A través de un comunicado, la organización ha relatado que Sattoriy fue arrestado el 30 de enero y un tribunal autorizó su entrada en prisión preventiva bajo sospecha de obtener por la fuerza un teléfono móvil nuevo del encargado de un bazar en el distrito de Sherabad, si bien el bloguero estaba «en la mira de las autoridades» por tratar en su espacios de Telegram o YouTube «temas delicados como la presunta corrupción y los derechos de los agricultores».
En este sentido, la investigadora principal para Asia Central de HRW, Mihra Rittmann, ha demandado a las autoridades del país que «pongan en libertad a Sattoriy, retiren los cargos por falta de pruebas y respeten y protejan la libertad de expresión».
Frente al fallo judicial que afirma que Sattoriy pidió al encargado del bazar «un teléfono nuevo» o «publicaría información sobre deficiencias» del lugar, HRW ha apuntado que según ha relatado el padre del bloguero, este había acudido al mercado para informar sobre las condiciones cuando unos individuos le rompieron su dispositivo para evitar que filmara.
«El 30 de enero, el encargado del bazar se reunió con Sattoriy fuera de su casa en Termez y le dio un nuevo teléfono. Minutos después, agentes de policía vestidos de civil detuvieron a Sattoriy, alegando que el teléfono había sido proporcionado como parte de un plan de extorsión», ha lamentado la organización.
Asimismo, HRW ha señalado al relato de un periodista local que trabajó con el bloguero y que afirma que fue testigo de una conversación en la que el encargado del bazar afirmaba a Sattoriy que le entregaría un teléfono móvil.
«En la noche del 30 de enero, las autoridades registraron la casa de Sattoriy, donde sus padres viven con él. El padre de Sattoriy dijo que aproximadamente 20 oficiales vestidos de civil revisaron la casa y confiscaron dos computadoras, una tableta que usan sus nietos para jugar, cinco dispositivos de memoria flash y algunos abrigos. Los oficiales leyeron una orden de registro, pero se negaron a proporcionar una copia a la familia de Sattoriy», ha agregado la organización sobre el caso.
Así, Rittman ha insistido en que «apuntar a Sattoriy con cargos criminales cuestionables es un golpe a la libertad de expresión» y ha recalcado que las autoridades deben liberar al bloguero «a menos que puedan presentar cualquier evidencia creíble de irregularidades».