La ONU avisa de que Estado Islámico podría utilizar la pandemia para «la radicalización y el reclutamiento»
El jefe de la Oficina de Naciones Unidas contra el Terrorismo (UNOCT), Vladimir Voronkov, ha avisado este miércoles de que la amenaza a la paz y a la seguridad internacional por parte de Estado Islámico «está aumentando de nuevo» debido a la pandemia del coronavirus, en la que los terroristas han mantenido su capacidad de moverse y cuyas consecuencias socioeconómicas y políticas podrían hacer «que las personas sean aún más receptivas a la radicalización y el reclutamiento».
«Si bien el Estado Islámico no ha desarrollado una estrategia con propósito para explotar la pandemia, sus esfuerzos por reagruparse y revitalizar sus actividades han cobrado mayor impulso», ha aseverado Voronkov al Consejo de Seguridad.
Así, ha señalado que es «crucial» que los Estados miembro permanezcan «concentrados y unidos» para frenar el terrorismo ya que, según ha precisado, mientras la comunidad internacional continúa lidiando con los legados del «califato» del grupo, unos 10.000 combatientes, en su mayoría de Irak, están planteando una «amenaza importante, a largo plazo y global».
«Están organizados en pequeñas celdas que se esconden en zonas desérticas y rurales y cruzan la frontera entre los dos países, librando ataques», ha explicado.
Por otro lado, Voronkov también ha abordado la situación de mujeres y niños vinculados con los combatientes que se encuentran en una «terrible» situación humanitaria y de seguridad en centros de detención y campamentos de desplazados, como el de Al Hol.
«Casi dos años después de la derrota territorial de Estado Islámico de Irak y el Levante, unos 27.500 niños extranjeros todavía están en peligro en los campamentos del noreste de Siria», ha lamentado.
En este sentido, se ha hecho eco del llamado del secretario general de la ONU, António Guterres, de «repatriar voluntariamente a los adultos y niños varados en Irak y Siria».
Voronkov ha subrayado también la necesidad de poner fin al «flagelo del terrorismo» derrotando a Estado Islámico en el ciberespacio, interrumpiendo nuevos ataques a nivel mundial y abordando la amenaza que plantean sus afiliados regionales, especialmente en África.
«Y debemos resolver urgentemente el problema prolongado de los miembros del grupo, no sea que nuestro fracaso permita su resurgimiento», ha dicho, para asegurar que a través del Pacto de Coordinación Global contra el Terrorismo, el sistema de la ONU continuará «apoyando a los Estados miembro a medida que crecen a estos desafíos».
«EL DESAFÍO MÁS URGENTE»
Por otro lado, la directora ejecutiva del Comité contra el Terrorismo de la ONU, Michèle Coninsx, ha insistido en el actual entorno de seguridad «volátil y complejo» que destaca por los «desafíos generacionales» de los grupos terroristas.
En este contexto, ha señalado a la pandemia como el «desafío más urgente» ya que, según ha indicado, «ha acelerado muchos problemas subyacentes que están alimentando varias amenazas y dejándonos en una situación muy precaria.
Entre otras cosas, ha apuntado al desvío de la atención y los recursos de la lucha contra la violencia y el extremismo de los grupos terroristas y a los obstáculos para que los Estados miembro repatríen ciudadanos de Siria e Irak.
Por último, Coninsx ha incidido en que las restricciones de la pandemia han agravado la situación de mujeres y niños en los campamentos que «no tienen acceso a medicamentos, higiene o refugio».