Birmania.- Detenido en Rangún Win Htein, un alto cargo de la NLD crítico con el jefe del Ejército tras el golpe

Las autoridades de Birmania han detenido este viernes a Win Htein, un alto cargo de la Liga Nacional para la Democracia (NLD) de Suu Kyi, en la ciudad de Rangún (sur), tras sus recientes críticas al golpe de Estado y al jefe del Ejército, Min Aung Hlaing.

Htein llegó a Rangún el jueves por la tarde desde Naipyidó, si bien ha sido arrestado pasada la medianoche, según han indicado su familia y la NLD, que han indicado que ha sido trasladado de vuelta a la capital, tal y como ha recogido el diario birmano The Irrawady .

El alto cargo de la NLD, un antiguo capitán del Ejército que entró en política, condenó el golpe y criticó la ambición de poder de Hlaing en varias entrevistas concedidas a los medios después de la asonada, dada poco antes de que tomara posesión el Parlamento surgido de las elecciones legislativas de noviembre.

Htein ha comunicado a la cadena de televisión británica BBC que iba a ser trasladado a la capital tras ser detenido bajo las leyes de sedición, por lo que se expondría a una pena de cadena perpetua en caso de ser declarado culpable. «No les gusta lo que he estado diciendo. Tienen miedo a lo que digo», ha manifestado Htein, de 79 años y un firme seguidor de Suu Kyi.

Así, pidió el lunes a la población que «se opusiera» al golpe de Estado «todo lo posible y de forma no violenta, como ha pedido Suu Kyi». «Objetad a través de la desobediencia civil, hablad contra sus acciones y no colaboréis con su programa», manifestó.

Htein argumentó además que las anteriores asonadas habían empobrecido al país y resaltó que el golpe llevará al país «de vuelta al inicio». El político estuvo encarcelado entre 1989 y 1995 tras unirse en 1988 a la NLD y participar en las manifestaciones prodemocráticas de ese año.

Asimismo, en 1996 fue condenado a catorce años de cárcel por dar información falsa a periodistas extranjeros, lo que provocó que saliera de prisión en 2010. Tras ello, logró un escaño en el Parlamento en las elecciones de 2012, cuando fue representante por la región de Meiktila.

La detención de Htein ha llegado apenas unas horas después de que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas reclamara la «liberación inmediata» de la líder de facto de Birmania y el resto de políticos detenidos durante el golpe de Estado.

La Asociación de Presos Políticos de Birmania ha señalado que desde el golpe de Estado han sido detenidas 133 personas, incluidos ministros, parlamentarios, altos cargos de la NLD y activistas políticos vinculados con este partido o críticos con el Ejército.

En una declaración consensuada, los 15 estados miembro del organismo han mostrado su «profunda preocupación» por la declaración del estado de emergencia y la «detención arbitraria» de miembros del Gobierno, incluidos Suu Kyi y el presidente birmano, Win Myint, por lo que han reclamado su liberación.

Así, han resaltado la «necesidad de un apoyo continuado a la transición democrática en Birmania» y han defendido la necesidad de «mantener las instituciones y procesos democráticos, evitar la violencia y respetar totalmente los Derechos Humanos, las libertades fundamentales y el Estado de Derecho».

En este sentido, los miembros del organismo han abogado por el «diálogo» y la «reconciliación», en línea con «los intereses del pueblo de Birmania», al tiempo que han mostrado su preocupación por las restricciones impuestas tras la asonada sobre la sociedad civil, los periodistas y los trabajadores de los medios de comunicación.

El Consejo de Seguridad ha pedido además que se garantice un acceso humanitario «sin restricciones» a las personas que necesiten ayuda, incluido el reinicio de los vuelos humanitarios que opera la ONU, antes de apostar por «hacer frente a las causas subyacentes» de la crisis en el estado de Rajine (oeste) y crear «las condiciones necesarias» para un regreso «seguro, voluntario, sostenible y digno» de los cientos de miles de rohingyas desplazados y refugiados en Bangladesh y otros países de la región.

Por último, han reafirmado su «firme compromiso» con la «soberanía, independencia política, integridad territorial y unidad» de Birmania, según un comunicado publicado por el Consejo de Seguridad de la ONU a través de su página web.

PROTESTA EN MANDALAY

Por otra parte, decenas de personas se han manifestado este mismo en la ciudad birmana de Mandalay (norte) para protestar contra el golpe de Estado y reclamar el restablecimiento de la democracia en el país asiático.

Según las informaciones recogidas por el diario birmano The Myanmar Times , la concentración, que se ha saldado con varios detenidos, ha tenido lugar frente a una facultad de Medicina con pancartas y megáfonos. Los participantes han reclamado además la liberación de Suu Kyi y de Myint, así como la salida del Ejército del poder.

En los últimos días, parte de la población se ha organizado a través de redes sociales para llevar a cabo campañas de desobediencia contra el golpe. Facebook, muy popular en el país, ha sido una de las plataformas más utilizadas para ello, por lo que el Ejército ordenó a las empresas de telecomunicaciones que lo bloqueasen hasta el 7 de febrero, lo que ha provocado que los convocantes migren a redes sociales como Twitter o Telegram.

Entre otras movilizaciones, en los últimos días, han tenido lugar caceroladas en las calles y desde ventanas y balcones, y se han podido ver pancartas y oír cánticos contra el golpe militar. Por otro lado, profesionales sanitarios de distintos hospitales del país han declarado la desobediencia civil con parones en sus jornadas.

Frente a la situación que se vive en el país, organizaciones como Amnistía Internacional han lamentado la detención de activistas y defensores de Derechos Humanos, mientras otros organismos como el Consejo Noruego para los Refugiados ha alertado del «desastre humanitario» que puede significar el golpe para un millón de personas en situación de vulnerabilidad.

El golpe fue ejecutado tras las recientes tensiones a raíz de las elecciones generales de noviembre, en las que se impuso de forma aplastante la NLD y tras las que tanto la oposición como el Ejército han denunciado posibles irregularidades, aunque ninguno ha presentado pruebas de este supuesto fraude.

Las Fuerzas Armadas habían dejado entrever su malestar por estas presuntas irregularidades, incluso sugiriendo que la Carta Magna podría ser «revocada» días antes de la asonada. Finalmente, el lunes con las detenciones de los principales líderes del país y horas antes de que se celebrara la sesión en el Parlamento que confirmara los resultados, el jefe del Ejército se hizo con el poder.

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