Investigadores descubren el papel clave de la proteína STARD1 en el desarrollo del carcinoma hepatocelular
Investigadores españoles descubren un papel fundamental para STARD1, una proteína mitocondrial responsable del tráfico de colesterol a la membrana interna de las mitocondrias, en el carcinoma hepatocelular (HCC) impulsado por la esteatohepatitis no alcohólica (NASH) a través de la generación de ácidos biliares (BA) en la vía mitocondrial alternativa.
Además de su papel fisiológico en la formación de bilis y la digestión de grasas, los BA actúan como moléculas de señalización y modulan la tumorigénesis hepática. «Usando modelos de HCC impulsados por NASH, la sobreexpresión de STARD1 en ratones WT aumentó la multiplicidad de tumores hepáticos, mientras que la deleción de STARD1 específica de hepatocitos en ratones WT redujo la carga tumoral», explican los investigadores.
El estudio, publicado en Journal of Hepatology , está liderado por Laura Conde de la Rosa, investigadora del CIBEREHD y del grupo Regulación mitocondrial de la muerte celular coordinado por José C Fernández-Checa en el Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona-CSIC, realizado en colaboración con Michael Karin de la Universidad de California en San Diego en EEUU. También ha contado con la colaboración de investigadores del CIBEREHD, María J Monte y José Juan G Marín, en el análisis de los BA.
«Estos hallazgos reflejaron los niveles de BA primarios no conjugados en ratones que sobreexpresan STARD1. La incubación de células madre iniciadas por un tumor con una mezcla de BA que imita este perfil estimuló la expresión de genes implicados en la pluripotencia, el tallo y la inflamación. Por lo tanto, estos hallazgos pueden tener relevancia clínica y traslacional potencial, ya que identifican a STARD1 como un actor novedoso en el HCC impulsado por NASH al regular la generación de BA a través de la vía alternativa», concluye la doctora Conde de la Rosa.
El HCC es el tipo más común de cáncer de hígado y la etapa terminal de las enfermedades hepáticas crónicas de diversas etiologías, que incluyen hepatitis viral, enfermedad hepática alcohólica o esteatohepatitis no alcohólica (NASH). Se espera que el HCC impulsado por NASH aumente en todo el mundo debido a su asociación con la obesidad y la epidemia de diabetes tipo 2.
El sobrepeso y la observación son factores de riesgo conocidos para el desarrollo del cáncer, especialmente el HCC. A pesar de las importantes mejoras en el manejo del HCC que se realizaron en los últimos 20 años, las opciones de tratamiento eficaces se limitan principalmente a las etapas iniciales de la enfermedad. Desafortunadamente, el arsenal terapéutico para el HCC es limitado, ineficaz y sujeto a quimiorresistencia secundaria o adquirida por mecanismos poco conocidos.