Enero cierra con 8.071 trabajadores en ERTE en Cantabria, 419 menos más que en diciembre

MADRID/

El número de trabajadores en expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) en Cantabria alcanzó en enero los 8.071, lo que supone 419 menos que al cierre del año, según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

En España, en el primer mes del año había 738.969 personas en ERTE, lo que supone 35.625 trabajadores más que en diciembre.

El Departamento que dirige José Luis Escrivá ha destacado que esta cifra de casi 739.000 trabajadores en ERTE «se mantiene estable desde principios de septiembre a pesar de las mayores restricciones administrativas para afrontar la tercera ola de la pandemia».

Asimismo, el Ministerio ha resaltado que, en comparación con el máximo de trabajadores en ERTE que se alcanzó en abril, los trabajadores en ERTE se han reducido en 2,9 millones de personas, casi un 80%.

Según Seguridad Social, en enero continuó produciéndose un trasvase de los antiguos ERTE a los establecidos en el nuevo esquema de protección que entró en vigor el pasado 30 de septiembre y que duraba hasta el 31 de enero. Este esquema se ha vuelto a prorrogar hasta el 31 de mayo sin muchas novedades.

De esta forma, del total de trabajadores en ERTE con los que se cerró enero, 175.452 pertenecen a los antiguos ERTE, sin exoneraciones a la Seguridad Social, de los que 1.698 corresponden a Cantabria.

Por su parte, el número de personas incluidas en los nuevos ERTE, con exoneraciones especiales para sectores ultraprotegidos y cobertura para aquellas empresas afectadas por las restricciones administrativas, totalizó 486.332 trabajadores en enero, casi el 66% del total, y 5.723 de ellos están en Cantabria.

De ellos, 262.785 personas pertenecen a sectores ultraprotegidos (de los que 211.692 corresponden al listado de CNAE y 51.093 a empresas de su cadena de valor), 40.479 se encuentran en un ERTE de impedimento y 183.068 en un ERTE de limitación de actividad.

El decreto de prórroga de los ERTE aprobado a finales de septiembre extendía hasta el 31 de enero de manera automática los procedimientos por fuerza mayor para determinados sectores económicos, y creaba dos figuras, los ERTE de impedimento de la actividad y los ERTE de limitación de actividad, a las que pueden acogerse todas las empresas, con exoneraciones que en algunos casos llegan hasta el 100%.

Los ERTE de fuerza mayor con prórroga automática se limitan a las empresas más afectadas por la pandemia cuya actividad se clasifique en alguno de los códigos de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE-09) previstos en la norma, con exoneraciones de cuotas de entre el 75% y el 85%. De estas exoneraciones también pueden beneficiarse aquellas empresas que, aunque no formen parte de dichos sectores, se encuentran en su cadena de valor o cuyo negocio depende en su mayoría de ellos.

En el caso de las nuevas modalidades de ERTE vigentes, a las que pueden acogerse empresas de cualquier sector, se distinguen dos tipos: los ERTE por impedimento de actividad como consecuencia de restricciones adoptadas por las autoridades (por ejemplo, las empresas de ocio nocturno), y los ERTE de limitación de actividad, destinados a las empresas que vean alterada su actividad cuando una autoridad local, autonómica o estatal limite, por ejemplo, los aforos y los horarios.

En la regulación vigente hasta el 31 de enero, los ERTE de limitación de actividad iban acompañados de exenciones de cuotas de entre el 70% y el 100%, mientras que los ERTE de impedimento de la actividad contemplaban exenciones de entre el 90% y el 100%.

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