Argentina descarta ajustes «irresponsables e imposibles» en su reestructuración de deuda con el FMI
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, ha destacado que el diálogo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la renegociación de 45.000 millones de dólares (unos 37.000 millones de euros) está siendo «muy constructivo», y ha indicado que no existe margen para «ajustes irresponsables e imposibles de cumplir».
Así lo ha indicado el mandatario durante su intervención en el Foro Económico Mundial de Davos, donde ha señalado que el nuevo acuerdo entre ambas partes incorporará nuevas perspectivas macroeconómicas y un entendimiento común para las necesidades específicas de la economía argentina.
El presidente ha agregado que el programa que elaboren Argentina y el Fondo será enviado al Congreso para involucrar a toda la clase política argentina, siempre teniendo en cuenta la sostenibilidad de la deuda, la inclusión social y la transparencia como política de Estado.
Por otra parte, Fernández ha aseverado que durante la pandemia su Administración tuvo que lidiar «con otro virus no menos destructivo, el endeudamiento tóxico e irresponsable». En referencia al acuerdo de renegociación de deuda externa con acreedores privados, el presidente ha subrayado con su consecución se despejó el camino para empezar a construir «un futuro con producción y trabajo».
En referencia a la recuperación económica, el jefe de la Casa Rosada ha resaltado que las medidas desplegadas por su Gobierno «han sido fundamentales» para la reactivación.
«Las medidas adoptadas han sido fundamentales para iniciar una recuperación que está siendo más de lo que pensábamos hace unos meses. La opción no es la vida o la economía, sino la vida con más y mejor economía», ha apostillado el presidente. En esta línea, el mandatario ha señalado que el pasado mes de noviembre la economía argentina alcanzó el 87% de la producción perdida por la pandemia.
Fernández también ha subrayado el compromiso de su Ejecutivo con la inversión, la producción y el trabajo, y ha remarcado el papel del sector privado como esencial para afrontar las reformas «que permitan la escalada productiva y tecnológica de la Argentina».
En este sentido, ha indicado que Argentina pretende demostrar que es posible conciliar políticas económicas que fomenten inversiones del sector privado y que al mismo tiempo protejan a los sectores más vulnerables.