Fedea cree que la pensión de viudedad dejará de ser un instrumento para reducir la pobreza en 25 años
Fedea piensa que probablemente en 25 años la gran mayoría de las mujeres pensionistas cobrarán una pensión de jubilación y que la pensión de viudedad «ya no será un instrumento tan adecuado para evitar la pobreza durante la vejez», según se desprende de su última edición de estudios sobre la economía española, en este caso dedicado a las pensiones de viudedad.
La autora, Luisa Fuster, considera que las desigualdades de género en las cotizaciones a la Seguridad Social están disminuyendo. Por ello, piensa que de cara al futuro puede ser aconsejable «repensar la situación» de las pensiones de viudedad.
No obstante, la autora cree que en estos momentos estas pensiones constituyen «un pilar fundamental» del estado de bienestar español, ya que «evitan situaciones de pobreza durante la vejez de un gran número de mujeres y reducen la brecha de género en las pensiones».
De hecho, ha recordado que cuando se instauró la pensión de viudedad en España, el modelo de hogar típico «era muy distinto del actual». «Lo habitual era que el marido fuese el proveedor de renta en la unidad familiar, mientras que la mujer dedicaba todo su tiempo al cuidado de los hijos», ha añadido.
Fue por este motivo por el que las carreras de cotización de las mujeres que hoy están en edad de jubilación han sido «típicamente mucho más cortas» que las de los hombres, lo que se traduce en un «menor acceso de las mujeres a las pensiones de jubilación y en una menor cuantía de las mismas».
Por ello, la pensión de viudedad juega un papel «fundamental» en la actualidad al evitar situaciones de pobreza a las mujeres que no cotizaron o cotizaron poco en el pasado. De hecho, en ausencia de la pensión de viudedad, el 50% de las pensionistas actuales no cobrarían una pensión contributiva y la brecha de género en las pensiones contributivas sería del 60% en lugar del 30% actual.
Según la autora, las desigualdades de género en las cotizaciones a la Seguridad Social están disminuyendo. «En los últimos 40 años, la participación laboral de la mujer ha aumentado del 30% al 70%, lo que se ha visto reflejado en un fuerte incremento de las cotizaciones a la seguridad social de las mujeres», ha subrayado.
Desde su punto de vista, cuando las generaciones más jóvenes del mercado laboral se jubilen, la gran mayoría de las mujeres cobrará una pensión de jubilación equiparable a la de los hombres y la pensión de viudedad «ya no será un instrumento imprescindible» para evitar la pobreza femenina durante la vejez.
La autora incide en que existen beneficios económicos derivados de proporcionar públicamente este seguro y no es conveniente eliminar las pensiones de viudedad.
«Otros países de nuestro entorno han mantenido las pensiones de viudedad con reformas para limitar el gasto y conseguir que sean sostenibles», ha remarcado.