Irak se pronuncia contra el «peligroso» retorno de iraquíes en el campamento de desplazados de Al Hol
El Gobierno de Irak se ha pronunciado contra el «peligroso» retorno de iraquíes que se encuentran en estos momentos en el campamento de desplazados de Al Hol, ubicado en el noreste de Siria, entre los que hay miles de familiares de presuntos miembros del grupo yihadista Estado Islámico.
«La decisión sobre la posibilidad sobre el retorno de los desplazados en Al Hol a Irak no se ha adoptado, ya que hay una negativa (por parte de las autoridades) debido a su peligrosidad», ha manifestado el viceministro de Desplazados y Migraciones de Irak, Karim Nuri.
Así, ha denunciado que el campamento de Al Hol «es víctima de Estado Islámico» y «se ha convertido en un semillero para el resurgimiento del grupo», al tiempo que ha incidido en que es «una bomba a punto de estallar», según ha recogido la agencia iraquí de noticias INA.
Las palabras de Nuri han llegado apenas unos días después de que Naciones Unidas expresara su «grave preocupación» por la situación en Al Hol e indicara que durante las dos primeras semanas de enero han sido asesinadas doce personas en las instalaciones.
El coordinador humanitario de la ONU para Siria, Imran Riza, y el coordinador humanitario regional para la crisis en Sriai, Muhannad Hadi, resaltaron que estos «preocupantes acontecimientos» apuntan a «un clima de seguridad crecientemente insostenible» en Al Hol.
El campamento, en el que residen cerca de 62.000 personas, es el más grande para refugiados y desplazados internos en Siria, con un 80 por ciento de su población integrada por mujeres y niños, según los datos que maneja el organismo internacional.
Las autoridades kurdas sirias anunciaron a principios de octubre un plan para proceder a la liberación de decenas de miles de sirios, muchos de ellos familiares de miembros del grupo yihadista que se encuentran en el campamento de desplazados de Al Hol.
El Consejo Democrático Sirio (CDS) y la Administración Autónoma para el Norte y el Este de Siria (AANES) llevan años pidiendo ayuda para controlar la situación en el campamento de Al Hol y otros campamentos similares tras la caída del califato de Estado Islámico, tanto por motivos humanitarios como de seguridad.
La seguridad del campamento recae sobre las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), cuyo componente principal son las Unidades de Protección Popular (YPG), que han protestado en numerosas ocasiones por la falta de apoyo para hacer frente a esta situación, marcada por incidentes de seguridad, ataques e intentos de fuga durante los últimos meses.
Las FDS, apoyadas por la coalición internacional que lidera Estados Unidos, tomaron en marzo de 2019 la ciudad siria de Baghuz (este), lo que supuso la caída del califato territorial de Estado Islámico, que perdió así todas las zonas que controlaba en Siria e Irak, tras su derrota en este país en diciembre de 2017.